lunes, 24 de octubre de 2011

Revolucionaria senectud

Su nombre es Ramón Trecet, periodista deportivo pero no solo eso, conocido en el ámbito baloncestístico por su memorable labor a finales de los 80, principios de los 90 narrando partidos de NBA y ACB. Pero como cualquiera de sus 42.631 seguidores de twitter sabe, Ramón Trecet no es solo un "periodista de baloncesto". Él es mucho más. Un pionero en eso de salir fuera y traer a España ecos de modernidad. Desde sus inicios con los grandes, en Inglaterra, a la sombra de la BBC, ese medio que aún hoy cualquier profesional del sector cita con un tono de profundo respeto en su voz. El señor Trecer, de la mano de los responsables de Jot Down, un magazine cultural digital, nos ofreció hace unos días uno de esas memorables entrevistas cargadas de saber y dardos envenenados de verdades dolorosas. "Un periodista vale hoy su número de followers", el titular que decidió colocar JotDown es solo uno de las muchas perturbaciones en la fuerza que la amena y extensa entrevista (si algo caracteriza a Trecer no es, precisamente, su parquedad en palabras) provocó. Días después aún coleaban algunas de sus reflexiones. Pero antes de seguir, mejor echad un vistazo a la entrevista aquí


Casi todo en la entrevista es aprovechable, pero me voy a quedar con una reflexión. Cuando Trecet habla de lo que entristece que haya gente que le quiera retirar por viejo. A sus 68 años, el señor Trecet es un ejemplo de por dónde debería ir el periodismo (en general) deportivo (en particular); goza de una cabeza perfectamente amueblada e imparte clases gratuitas sobre medios, tecnología, deporte (fantástico segimiento del mundial de Rugby que ha estado haciendo), política... a todos los que lo seguimos en twitter. A veces es incapaz de poner freno a su incontinencia verbal, sin duda producto de esa capacidad mental de pensar más rápido de lo que es capaz de hablar, de intentar ser tan correcto que a veces raya la pedantería, de tratar de ser certero y preciso con sus dardos intelectuales. Si el señor Trecet no viviera en España ni hubiera desempeñado su labor profesional aquí sería considerado un maestro de periodistas y homenajeado día sí y día también. Como vive aquí, no sucede eso porque este es el país de la envidia. Lamentablemente tendrá que pasar como con ese otro gran genio, que llegue el día en que deje de estar entre nosotros, para que se le reconozca su enorme talento y contribución que, a día de hoy, continúa pese a las solicitudes continuas de jubilación que recibe. Yo al menos espero que eso no suceda en mucho tiempo, ni que decida jubilarse ni que desaparezca de nuestras vidas porque es todo un placer contar con el genial y revolucionario Ramón Trecet.

2 comentarios:

emeshing dijo...

Hola Txetun,
En cuanto a Trecet discrepo... Seguro que es buen periodista, y en su primera etapa al frente de la NBA en Tv2 lo seguía asíduamente, pero en mi opinión ahora ya está insportable. No sé si es que chochea o es que está ya por encima de todo, pero en los partidos que retransmitían antes del Europeo casi no se podían escuchar gracias a él.
Un saludo
Emeshing.com

Txetun: dijo...

Puede gustar o no cómo comentarista (retransmitiendo es mejor que Mel Otero o Arseni Cañada, por citar a los dos grandes nombres junto a Daimiel que hoy copan las retransmisiones baloncestísticas, otra cosa es cómo actúa en su papel de comentarista, que quizá tiende a explayarse demasiado) pero si echas un ojo a su trayectoria profesional, este crack es digno del mayor de los respetos. A mí, por otro lado, me gustó la dupla Trecet/Iturriaga en el Europeo y no entendí que no estuviera en la final. Un saludo, sr. emeshing