jueves, 30 de diciembre de 2010

So long, sucker (Balance, listas y buenos propósitos 2010 - 2011)

El año pasado por estas fechas escribía: "Llegará 2010, la vida tomará (espero) giros insospechados, las aventuras se irán sucediendo y lo que ahora es gris mañana puede ser azul claro casi blanco". Eran otros tiempos, entonces solo estaba cabreado con el mundo. Un año después, casi echo de menos el 2009.

Balance

Siempre es arriesgado decir que el año que acabamos de pasar es "el peor" con diferencia. La falta de perspectiva a veces lleva a generalizar de forma injusta una sucesión de meses, días, horas y minutos de diversa índole e intensidad. Hace unos días un buen amigo me mandaba un christmas donde me decía: "Creo que 2010 ha sido un buen año para ti, en el que has aprovechado el tiempo para cursos, conocer gente...". Es una forma de verlo, una percepción sacada de tres o cuatro encuentros amistosos y conversaciones esporádicas por teléfono. Si a eso le unimos el marcado carácter optimista del amigo en cuestión, sale tal lectura. En realidad es todo más complejo, pero, en general, la percepción que me queda es que, a pesar de los grandes momentos, experiencias y gente que he conocido, he pasado un año en blanco. En 2009 por estas fechas escribía desde el cabreo de que todo fuera como era. Este año escribo desde la lacra del convencimiento de que poco más se puede hacer. 2010 ha sido, tras una crisis de ansiedad inicial allá por Enero, un continuo sube y baja por la desilusión, los ataques de ansiedad y la depresión. En definitiva, un "buen" año, como decía aquel.

Listas

Me quedo con la que ya reproduje en este blog el año pasado: El repaso al año en fotografías de The Boston Globe. También está interesante este repaso dejado por Ramón Lobo en su blog Aguas Internacionales, última incorporación de la selección de blogs que propongo: Noticias (casi) invisibles de 2010. Supongo que también podría citar los "éxitos deportivos", pero ya se encargan otros de recordarlo y no me gusta ser redundante (por no hablar de que me parece bastante cínico y superficial sacar pecho de los éxitos deportivos cuando la situación político, económico y social del país está hecha unos zorros, no hablemos a nivel global).

Buenos propósitos

Antes de que las almas caritativas que leen el blog se presten a dar ánimos desde la gratuidad de la palabrería, intentaré poner freno a su percepción de lo que significa este post. No soy pesimista, soy realista (algo que a muchos optimistas parece que les repatea: el que alguien les diga que por muy positiva que puedas intentar ver la vida, hay veces en que te topas con el muro de la realidad; no olvidemos que una persona pesimista no es más que un optimista con más información). Soy realista porque entiendo que esto son circunstancias producidas por la situación, personal y también del entorno. Por eso no voy a renunciar a marcar propósitos, metas y a seguir luchando por cumplirlas. En ese sentido, en verano, cuando creí tocar el fondo de la desesperación, leí un libro de esos de autoayuda que algún día tendrá su propio post en el blog porque creo que lo merece, El monje que vendió su ferrari. En este manualito de técnicas tendentes a encontrar la felicidad se describe la disciplina y el trabajo como algo crucial para lograrla (una verdad de perogrullo, ¿verdad?).

El primero de esos propósitos es acabar el postgrado que estoy haciendo. Me ha costado conseguirlo, el azar ha tenido bastante qué ver, hay aspectos menos buenos en el tema que ocupa que a veces echa un poco para atrás, pero he de reconocer que ha sido una de las mejores cosas que ha traído el 2010: el Curso de Experto en Cooperación para el Desarrollo.

El segundo es encontrar trabajo, un hecho que parece simple. Tan simple que lleva en ocasiones a percibir sensibilidades en los demás tendentes a pensar que el que no tiene trabajo es que no hace lo suficiente. Os sorprendería comprobar como la mayoría de gente que conozco y se interesa por mi situación, pregunta si he echado en tal o cual sitio. Me recuerdan a los partidos de la oposición y sus recetas mágicas e infalibles contra los males de la economía... Me recuerdan a ese dicho de "los toros desde la barrera se ven de puta madre" (o que nadie falla un gol desde el salón de su casa). Me dan ganas de decirle: "Pues mira, no, no echo CVs, no llamo, escribo, busco, pregunto... En realidad mi último año y medio se ha limitado a esperar pacientemente tocándome los huevos a que alguien llame a la puerta de mi casa con un trabajo para mí". En fin.

El tercero es seguir conociendo gente que me aporte cosas. 2010 también ha tenido momentos donde esto se ha producido. Grandes "fichajes" que han hecho la vida más llevadera. Eso solo valdría para salvar el año, aunque a veces echas la vista atrás y recuerdas a tantos otros grandes fichajes que ya no están en tu equipo y a los que echas de menos (aunque de vez en cuando llamen, te manden un email, te dejen unas líneas en el facebook). Ese tipo de cosas a veces llevan a cerrarse un poco en sí mismo, como un crío, y negarte a socializar para conocer gente a la que cogerás cariño y que, con el tiempo, o te decepcionará o acabará por seguir su vida alejada de la tuya.

El cuarto es algo más materialista. Tengo una amiga, una muy buena amiga trabajando en Moscú desde diciembre de 2009. Me gustaría ir a verla. Primero porque sé lo que es vivir fuera y querer que tus amigos más cercanos conozcan de primera mano esa realidad. Cuando estuve fuera, valoré muy mucho ciertas visitas porque, al contrario de lo que pueda parecer viendo esos programas que infectan la televisión, vivir fuera ni es tan idílico ni tan sencillo siempre. A veces tienes todo lo que no tienes aquí (trabajo, experiencias vitales, sorpresas diarias por convivir en otra cultura) menos a tus seres queridos. Las visitas sirven, un poco, para acercar esos dos aspectos y hacer la vida más perfecta.

El quinto es seguir creciendo como persona, desde un punto de vista mental, físico y espiritual. Cultivar relaciones con los más allegados, otra cosa que parece fácil pero que no lo es. Cuando uno tiene un carácter difícil, a veces cuesta mucho esfuerzo no perder amigos (sobretodo si esos amigos llevan caminos diferentes)

El sexto y último es el más difícil de todos por su grado de abstracción. Tratar de ser feliz, todo un reto al que las anteriores metas contribuirán consecuentemente. Como ven, no es pesimismo todo lo que reluce.

Solo queda, pues, desearos un feliz año 2011 y que no os atragantéis con las uvas. Os dejo con la recopilación de todos los temas que he puesto los meses que me he acordado: 2010... ¿Y ahora qué?

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Relecturas

Aunque hace tiempo que no "disecciono" un libro en este espacio, no quiere ello decir que no siga leyendo, con un ritmo endiablado, siguiendo la estela de ese gran lector que encabeza el pelotón. De hecho, tras sacar del sótano la última caja donde tenía almacenadas mis vidas anteriores, hice acopio de libros que leí allá en mis años mozos en la facultad, apremiado por plazos e incapaz de degustar con auténtica delectación las auténticas joyas que obligados teníamos ante nuestros ojos. Voy a destacar tres:

La República española y la Guerra Civil (1931 - 1939), Gabriel Jackson.- Un libro sobre la historia de uno de los más turbios periodos de nuestro país. Turbio, no solo por las circunstancias y los hechos, sino por los intereses de uno y otro bando por tapar para la posteridad su barbarie para subrayar la del otro. Gabriel Jackson, quizá por su condición de extranjero (y, por tanto, con una visión desde fuera de los acontecimientos) intenta realizar un ejercicio de revisión objetiva de los hechos. Por supuesto que el acabado no satisface a un bando - Jackson está lejos de comulgar con las ideas fascistoides del bando de los ganadores - y posiblemente tampoco al otro - porque desmitifica, de un plumazo, el caracter heroico de los republicanos y contextualiza las causas del estallido de la Guerra Civil - pero me parece una obra bastante ilustrativa de lo que pudo acontecer, una exhaustiva melodía con vocación histórica que sobresale entre esa cacofonía subjetiva y ultra que distorsiona lo que pasó y las paladas vergonzantes que cierto sector político se empeña en echar por mor a una reconciliación a expensa de las víctimas (de uno y otro bando). El estilo narrativo ágil y ameno bien merece una recomendación a esta obra.

Ébano de Ryszard Kapuscinski.- El considerado de forma unánime como "maestro de periodistas", proveniente de una época donde los "plumillas" tenían otras formas de trabajar menos cómodas pero más reivindicativas, plasmó en un libro muy interesante sus vivencias como corresponsal en África. Lo atractivo del libro es, precisamente, su anarquía narrativa. Compuesto a base de retales de sus vivencias, Kapuscinski elabora un puzzle aproximativo de lo que se esconde tras un continente que fue desconocido primero, expoliado después y dejado a su suerte por último.

Cuadernos Africanos, Alfonso Armada.- Me hallo en pleno proceso de relectura de este libro. Aunque la temática es similar al anterior ejemplo (corresponsal, en este caso de El País durante los hechos, que narra sucesivos viajes a África para cubrir guerras y epidemias), la forma de afrontarlo es bien diferente. Armada hace uso de sus notas vitales a lo largo de los viajes, añadiendo las crónicas y artículos que preparó para el rotativo. Si Kapuscinski es conciso y ligero, Armada es tenaz y denso. Sus análisis poéticos de la realidad que vivió son como un licor reserva, hay que degustarlo con tranquilidad para apreciar todos sus matices.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Conozco a un hombre...

Así comienza una de mis canciones preferidas de Pearl Jam, Off he goes. Me gustaba antes de saber lo que decía la letra. Eddie Vedder cuando canta tiene un no se qué que produce que no entienda ni jota de lo que dice. Hasta me he llegado a plantear que cante en inglés de verdad. El caso es que la escucho bastante de un tiempo a esta parte:



Ayer mismo, antes de ir a visitar a uno de los muchos primos que tengo a su casa, estuve escuchándola varias veces seguida. Es como una canción refugio-antinuclear. Que no sé muy bien qué puede hacer una canción en esas circunstancias, pero bueno. Tengo el convencimiento de que describe, a la perfección, como en estos tiempos de resaca orgiástica, de apretarse el cinturón y debatirse entre el egoísmo auténtico que define la supervivencia o la empatía, las Navidades suponen una especie de paréntesis, un gesto de vaciado mental, como en la canción cuando el hombre abandona momentáneamente sus preocupaciones para echarse unas risas con su amigo de toda la vida.

No me gusta la navidad, nunca me ha gustado. Desde que la despojé de todo sentido religioso, no tiene más sentido que desde un punto de vista social. Pero este año nos hemos dado una tregua, este año he entendido que, tras mucho tiempo, es necesario (o, mejor, ME es necesario) compartir rituales, tradiciones, sentirme parte de algo... Cambiar el gesto adusto por una sonrisa y compartir con amigos y familia un rato de alegría. Lo sé, eso habría que hacerlo cada día, pero solo unos pocos son capaces. Si estas fechas hinchadas de poses, de consumismo, de frágiles ideales y marcado "ombligocentrismo"; quizá este año un poco descafeinadas por acción y efecto de la codicia de unos pocos y la incapacidad manifiesta de otros para desempeñar el rol de "líderes mundiales", lo que se ha traducido en una crisis global de la que no sabe uno si se ha salido ya o si se saldrá alguna vez... Como decía, si estas fechas sirven como excusa para alegrar un poco a todos esos que han estado apoyándome el último año y pico, que así sea.

Por eso, esta canción va para todos vosotros.

Felices fiestas!!

martes, 14 de diciembre de 2010

Spud, speed y un tribunal improvisado

No puedo evitarlo. Es estar delante de varias personas para cualquier tipo de entrevista de selección y acordarme de Spud, ese personaje que podría ser real de Trainspotting, haciendo la entrevista hasta las cejas:



Y ahí estaba, delante de dos personas, acordándome de Spud y Trainspotting, pensando en cómo narrarlo aquí, para vosotros, en mi blog, mientras contestaba con la mayor sinceridad posible a cada pregunta que me iban haciendo sobre un posible puesto de trabajo en un "consorcio" real ubicado en Cáceres capital. Dos entrevistas en un año de paro, todo un récord.

Antes, las conversaciones forzadas para llenar los silencios con otros candidatos, mostrando una cordialidad que, objetivamente, no debería existir. Al fin y al cabo estás compitiendo con esos tíos por un puesto. Tíos y tías, tíos con trajes y tías maquilladísimas. ¿Qué efecto producirá un tío con traje en una entrevista donde los entrevistadores no van con traje? ¿Pero eso de ir en traje no significa ponerse una camisa limpia? Dudas y más dudas. Entre los temas tocados, la formación. Quien más, quien menos va con sus licenciaturas, diplomaturas, idiomas, postgrados, remanente de ilusión... Si los títulos fueran condecoraciones, la cola del paro sería como el día de las fuerzas armadas. Desfile de poderío cañí. "No, yo estudié periodismo, así que no os preocupéis, que saldré prontito de la entrevista".

Así que, si todo va al revés de como espero, el 2 de enero tendré trabajo; o, lo que es lo mismo, espero más bien poco de la entrevista. Me da igual pero también me jode. Me da igual porque no creo que tenga formación específica en comparación con otros candidatos para ejercer el puesto - lo que no significa que no pudiera hacer la labor igual o mejor que el resto de candidatos. Me jode porque he hecho 80 km de iga y 80 de vueltas y me he perdido mi clase semanas de LSE (Lenguaje de Signos en Español) para hacer una entrevista, amena, sí, pero ni la mitad de divertida que la que protagoniza Spud en la película. Y esto es lo que hay, bonita manera de pasar un martes por la tarde.

Seguiremos informando.

Acuarela con tintes violáceos

Como un cuadro contemplo
el paisaje diluido en derredor:
dehesas y campos descompuestos
en lágrimas de infinita lluvia
se esparcen, por el cristal, en desbandada.

Toque a la calma: "Próxima estación..."
Tonos pastel para un ronquido.
El tren para. Para el ruido.
El lienzo se congela.
Viajeros de fondo. Hoy.

Esparcidos por el cristal en desbandada,
campos y dehesas descomponen
lluvia en infinitas lágrimas.
El paisaje se diluye alrededor
como un cuadro contemplado desde dentro.

(José A. Huertas)

jueves, 9 de diciembre de 2010

La revolución será televisada

Lo dije y lo repito. De un tiempo a esta parte me he abonado a todas las teorías conspiranoicas habidas y por haber. Si algo no me cuadra y no hay teoría a la que abonarse, me invento una. El hecho de empezar a ver Fringe, otra creación televisiva del último rey Midas J.J. Abrams más conocido como "el creador de Perdidos", no ayuda. El eje central de la serie se sitúa (ALERTA, DESTRIPE) en una invisible amenaza de guerra entre este universo y los moradores de un universo paralelo. También tengo conocimiento de teorías sobre la Mafia X, la presencia y dominio de los extraterrestres (más concretamente reptilianos, como esos que te invitan a orujo de hierbas) de las altas esferas de este mundo, y alguna otra conspiranoia mundial. Casi nada.

El caso es que llevaba unos días, entre concierto y concierto, dándole vueltas a los últimos acontecimientos con la idea de escribir algo aquí. Ayer, antes de meterme en la cama, leí dos artículos: el post de Asane Y si... y un excelente texto sobre cómo wikileaks ha activado el periodismo. Al amigo Asane le dejaba un comentario apuntando que la crisis económica y las filtraciones de wikileaks están aportando un germen ideológico importante para legitimar cualquier acción contra nuestros legítimos soberanos (nótese el retintín). También hablaba de cómo los tímidos conatos de reacción a estas descargas en la conciencia los vemos por la tele o los seguimos por internet en lugar de sumarnos a cualquier iniciativa cualquiera para intentar cambiar algo.


Curiosamente en las últimas semanas se ha producido otro hecho que habría que sumar a los dos anteriores. La entrevista a El País del señor ex-presidente del gobierno, Felipe González Márquez, que no ha generado ni un solo comentario ulterior. En dicha entrevista, lo único que queda claro es la confesión velada del ex-presidente sobre su conocimiento de las actividades del GAL. González dejó entrever que en pleno despertar democrático, estando al frente de un partido que estuvo rodeado durante todo su mandato de casos de corrupción como Filesa y que contó (o cuenta) en sus filas con gente nada sospechosa de haberse lucrado exponencialmente una vez llegó al poder, tras hacer y deshacer lo que le dió la gana en sus "condados" (Bono o Chaves son dos ejemplos significativos de "barones" enriquecidos durante su llegada al poder) confesó de forma críptica que mientras fue presidente tuvo conocimiento de acciones terroristas estatales (porque, aunque a la prensa le guste minimizar ciertas acciones en esa labor de "altavoz" de las posturas oficiales de la corriente político-económica que representan, el terrorismo sigue siendo terrorismo lo practique un grupo armado con pretensiones independentistas o el estado). González más o menos confirmó lo que todos sabíamos: que él era Míster X - aunque esto, como todo, es susceptible de interpretaciones.


Asane apuntaba en su post que ante tal panorama, lo que menos le apetecía era votar las siguientes elecciones. Bajo mi punto de vista, eso es lo que desean fervientemente los dos grandes partidos de este país: jugársela a la baja participación sabedores de que "los suyos", acérrimos defensores de intereses personales (porque a la postre todo en política a partir de determinados peldaños se basa en "a quién de los míos coloco dónde"), irán a votar. Asane, los millones de españoles que están hasta los cojones y yo mismo deberíamos ir y votar, pero votar en blanco. Porque es cierto que los votos en blanco van a la mayoría, pero si y solo si no son mayoría en sí misma. Me explico, si hay mayoría de votos en blanco, las elecciones tienen que repetirse obligando a los partidos a presentar nuevas listas. Eso provocaría una paralización momentánea en las instituciones. Se trata de una tipo de protesta factible, aunque la vemos como utópica solo porque hace tiempo que el sistema logró arrancar el poquito alma que nos quedaba como "ciudadanos de pleno derecho" (supongo que se quedó en algún punto entre la "mejor liga del mundo" y los "Sálvame" varios), pero si todos nos concienciáramos del valor del voto en blanco, quizá la centro-derecha oscilante entre PSOE y PP se quedaría con dos palmos de narices. Sería la única forma de participar en una rebelión improvisada, visto que tanto nos cuesta salir a la calle a pedir a los que nos roban a diario que dejen de robar de una vez.

martes, 7 de diciembre de 2010

Doblete de sonido total

Un directo es la prueba de fuego para cualquier grupo o solista que se precie. En una época en que la tecnología permite que cualquier cantante suene como los ángeles, ver su rendimiento real y su respuesta frente a un público da, en buena medida, idea de por dónde trascurren las cualidades artísticas reales de tal o cual intérprete. Algunas bandas, en el escenario, se diluyen y cumplen por lo pelos con los requisitos mínimos para lograr que reconozcamos que son ellos teniendo como referencia trabajos de estudio. En otros casos, se hacen fuerte y se concentran ofreciendo un plus en sus actuaciones que los sitúan muy por encima de lo que tengan enlatado y que hemos oído previamente para al menos mover los labios al compás cuando llega el día del concierto.

El sábado me planté en la puerta del Círculo de Arte de Toledo con mis amigos F. y A. dispuestos a ver el doblete Pinker Tones / We are standard. Gracias a una amable y hábil gestión del amigo Jafuda ("¡¡Cuánta amabilidad!! ¡¡Estamos muy agradecidos!!"), tenía tres invitaciones para ver, por fin, a los Pinker en directo. Los catalanes abrían la sesión. Curiosamente desde que escuché por primera vez a ambas bandas - más o menos por la misma época - siempre he pensado que tienen una cosa en común: a pesar de sonar muy muy bien, da la impresión de que son más conocidos fuera que dentro de nuestras fronteras. Así que en la puerta indiqué que tenía invitaciones. Consultaron las diferentes listas - ¿pero alguien pagó por ver el concierto? - y mi nombre no aparecía por ningún lado. Se acercó uno de los responsables del Círculo y tras decir de dónde venía la invitación, se solucionó todo después de una consulta en camerinos.



Apenas un puñado de gente esperamos la salida de los Pinker. A las 22, con Game boy music abrieron una sesión que duró una hora en la que dieron buena cuenta de su último disco, Modular, y que dejó con ganas de más. Y es que los Pinker pertenecen a esa casta de músicos que se concentran en un escenario, que se hacen fuertes y transmiten todo el buen hacer y el talento que preservan tras esas gafas de sol. A lo largo de sus trabajos han hecho gala de un eclecticismo con la creatividad como hilo conductor, pero en directo todo eso se dispara, se multiplica y se expande hasta contagiar todo el local donde tocan. Desde sonidos más "funk" a furiosos guitarreos con ecos "punk" pasando por electrónica pura y dura; alternando letras en español, inglés y francés; tirando de repertorio con canciones más relajadas y epilépticos himnos para bailar... Un big bang de sonido total que se traduce en una experiencia altamente recomendable.

Luego fue el turno de We are standard, un grupo calificado por Asane (con bastante sorna) como "los que no meten apenas reverb en sus directos". Hay que darle toda la razón. Reverb y más reverb. Con la sombra de grupos como LCD Soundsystem en su planteamiento, el objetivo es claro: hacer bailar. Pero me dió la sensación de que en directo se diluyen un poco. Con un par de álbumes sólidos y a pesar de la acústica del Círculo, que es malísima, el directo no llegaba a trasmitir la energía que trasmiten en sus discos. Como digo, se puede culpar a la acústica y a los problemas de sonido, que los hubo, pero con las mismas cartas jugaron los Pinker, y estos últimos fueron, para mí, los claros triunfadores de la noche. Sin acritud, porque si hemos de contar el público, los vascos se llevaron de calle la apuesta, entre los despistados y los que se hacen esperar, así que lo dejo en que los verdaderos triunfadores fuimos los poquitos que disfrutamos de ambas formaciones, desde el Game boy music de los Pinker hasta el último Waiting for the man, la versión de la Velvet con que cerraron W.A.S.



El viernes 17 de Diciembre The Pinker Tones llevan su Modular a la sala Apolo de Barcelona, por si alguno está cerca: lo dicho, una experiencia de sonido total muy recomendable.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Los reyes acomodaticios

El miércoles cerca de las 23:30 caminaba por la Calle del General Ricardos de Madrid. Acabábamos de salir un viejo compañero de trabajo y frascachelas, L.M.S.B, y yo del Palacio de Vistalegre. Habíamos ido al concierto de los Kings of Leon, los que en sus orígenes fueron llamados "Los Strokes sureños", un grupo al que ya había visto años atrás en Toronto en la Kool Haus y que, ya entonces, me había decepcionado un poco. Aunque he de reconocer que esta segunda vez han aportado algo más de entrega y que, con dos discos más debajo del brazo, tenían mayor repertorio para satisfacer al público, en líneas generales, no considero los 50 euros empleados como una buena inversión. Y es que me queda la sensación de que pudieron dar más, mucho más. Quizá el problema radique en que los tengo idolatrados. ¿En qué punto un grupo que apuntaba maneras de rock/garajero/sureño se convirtió en un conjunto popero y efectista? Entre el Aha shake heartbreak y el Because of the times, justo cuando la legión de jovenzuelos y jovenzuelas con poder adquisitivo para pagar conciertos de esta índole engrosó su fila de fans. Justo en ese punto, yo perdí la fe en los chicos de Caleb.



La clave quizá me la reveló L.M. en un susurro en el trascurso del concierto: "Antes estaban enganchados a la cocaína". No es por hacer apología de las drogas, pero KOL ya no son herederos de esos grandes grupos tesoreros del rock sureño: The Allman Bros (y sus congénitos problemas con la heroína) y, sobre todo para el imaginario colectivo, Lynyrd Skynyrd. Cuando hacer música pasa de convertirse en una experiencia vital a un trabajo, surgen los reconvertidos Kings of Leon, "born again", re-nacidos para disfrute de la pléyade de jovencit@s que abrazaron sus canciones una vez que el cuarteto abandonó el sexo, las drogas y el rock n' roll. Porque KOL, señores y señoras, ya no son ese grupo directo, sin ambages, con poses y riffs del pasado, con efluvios de fama y voces desgarradas... Ahora son ese grupo que envuelve sus canciones con barroquismos absurdos, que llena pabellones y culmina sus conciertos con fuegos de artificio, un símbolo de lo que es ahora su música: mucho bombo para quedar en nada. Un grupo que, bajo mi honesta opinión, son cada vez más The southern Killers y menos The southern Strokes y eso duele.



Así que un concierto más, viendo como unos excelentes músicos clavan sus canciones sin el menor esfuerzo, sacrificando, para ello, sus inicios rockeros convirtiendo viejos hits en medios tiempos efectistas: (Molly's Chambers o The bucket me taladraron los oídos de forma grosera incluso; la desaparición de temas de sus dos primeros discos en el track list es... escandalosa). Los ídolos de barro que adoramos con esperanza viejos rockeros en los albores del siglo XXI se han convertido en nuevos ídolos dorados, más gordos y luciendo barbas para tapar la papada. Y yo me pregunto: ¿qué hubiera sido de los poetas bohemios sin el opio? Menos mal que Nathan sigue estando a cargo de la batería...

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿En serio este tío es de izquierdas?

Tras unos días sin actividad en el blog, toca ponerse al día con varias cosas, pero hoy no. Hoy voy a poner un extracto de una reflexión. Esta mañana, en Atocha, antes de coger un tren para Plasencia, he comprado Público. En este diario he leído las medidas del ejecutivo de gobierno. Tras leer un excelente artículo en las páginas de opinión de Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Public Policy en The Johns Hopkins University, que llevaba por título No a los mercados financieros, me han venido a la mente todos esos socialistas trasnochados que siguen defendiendo que ZP y su PSOE es la última esperanza de librar a España de las garras de la derecha... Recordemos las últimas medidas de ZP: eliminar la ayuda de 426 € a los parados, bajar impuestos a pymes y privatizar parcialmente los aeropuertos (el Prats y Barajas) y la Lotería - bienes estatales sospechosos de generar muchísimo déficit, ¿verdad?).

¿De verdad que el PSOE es un partido de izquierdas? Si les queda alguna duda, les invito a consultar en el mismo ejemplar del periódico las diferentes noticias en las que se habla del conflicto del Sáhara y sale por algún lado la postura del gobierno de ZP. O estoy confundido o este PSOE actúa como un partido de centroderecha. Pero como decía aquel: "la culpa la tenéis vosotros, que votáis a quien votáis".