viernes, 30 de octubre de 2009

Fragilidad

El 21 de Septiembre de 1999 Trent Reznor lanzó su tercer álbum de estudio: un doble CD que atesoraba un puñado de canciones retocadas hasta la saciedad. El nombre, The Fragile. En Octubre de 1999, un joven inexperto de 18 años dejaba su ciudad natal para comenzar una aventura llamada universidad. Una de las primeras cosas que hizo al llegar a la capital fue enamorarse de la FNAC. Una de las segundas cosas que hizo, pillarse el álbum de Nine Inch Nails original.


Nine Inch Nails - Into The Void


Han pasado diez años desde entonces, diez años de uno de los álbumes que cerraron una década prodigiosa en la música. La entrada musical de hoy va dedicada a The Fragile, no solo por su influencia en lo personal. Este es un vídeo de esos que gente anónima suele hacer para ilustrar una canción; aún así, no está mal.



Ahora, como todos los viernes: ¡Feliz fin de semana!

jueves, 29 de octubre de 2009

Problema de Educación

La educación es uno de los problemas que siempre preocupan en la sociedad. El dar la mejor de las educaciones a las futuras generaciones plantea un problema capital: en sus manos está nuestro futuro. Si lo pensamos bien, se trata pues de un ejercicio de egoísmo. Lo que yo no sé es por qué narices lo estamos haciendo tan mal porque solo hay que echar un vistazo a la juventud que nos rodea (frase dictada por el abuelo Cebolleta que llevo dentro)



Si fuera educador, con ejemplos así me suicidaría. Y es que ya no sabemos a quién echar las culpas: ¿a la tele? ¿a los videojuegos? ¿al tuenti? Lo más preocupante es que dada la obsesión que nuestra sociedad tiene por la juventud y el arrinconamiento de todo lo que sea "viejo", hoy en día los roles encarnados por estos niñatos de barrio acaban influyendo a los más ancianos, produciéndose una inversión de la tradicional relación jóvenes - mayores en el traspaso de conocimiento, valores y tradiciones.



Y así cada día vivo la constatación de una frase apocalíptica que un buen amigo hizo en un viaje por tierras francocanadienses hace ya un par de añitos: esta juventud no tiene valores.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Bonita propuesta

Un vídeo elaborado por los estudiantes de Comunicación de la UQAM (Université du Québec à Montréal). La canción está trilladísima, pero el vídeo merece un visionado.



Montreal, un sitio chulísimo, por cierto.

lunes, 26 de octubre de 2009

De Ágora, el pretencioso Amenábar, el bueno de Álex y una digna película

Tenía pendiente diseccionar el último film de Amenábar, pero casi había desechado la idea por cuestiones de vigencia. Entendía que a estas alturas todo el mundo habría cometido el error de ir a verla. Un post del buen amigo del buen yantar, Jafuda, me ha sacado de mi error. Esta entrada es una llamada desesperada para todos aquellos que, cegados por el despliegue de marketing llevado a cabo para promocionar Ágora, todavía no se hayan retratado en taquilla y tengan pensado hacerlo... Hablando en plata, Ágora es una mierda. Vale, suena exagerado, suena a inquina contra el menudo realizador parido por la facultad de ciencias de la información que tomó carerilla con sus dos primeros trabajos (Tesis y Abre los ojos) y desde entonces se dedicó a vivir de las rentas (un caso similar al indio Shyamalan). Ágora es peor que el inefable telefilm alzado a la categoría de película goyable llamada "Mar adentro", aunque, y aquí hay que darle crédito a Alejandro, es un poco mejor que el último excremento cinematográfico ideado para sus coprófagos fans incondicionales que Shyamalán puso en carteleras hace ya algunos meses (hablo de El Incidente).

Seré sincero. No soy muy fan de Amenábar. Nunca lo he sido. Nunca he visto en sus películas los supuestos rastros de genialidad que otros le achacan. Nunca he visto en Amenábar nada más allá que un tío que ha sabido moverse hasta hacerse con buenos contactos y que sabe hacer películas, no obras maestras. En general siempre he visto a Amenábar como un currito vestido con un smoking de alquiler tres tallas más grandes en una fiesta de la jet. Espero que no se me entienda mal. Nada en contra de los curritos ni en contra de la jet; es solo una metáfora. Me explico, Amenábar me parece un director correcto, tremendamente sobrevalorado por efecto del marketing y la publicidad que todo lo engordan. Tuvo un debut sorprendente y aceptable, un segundo trabajo interesante y luego una serie de películas discretas desde el punto de vista técnico aderezadas por otros componentes que han subido la media: a saber, la Kidman, Bardem y un presupuesto desorbitado.



Dejo las justificaciones y voy al lío. Fui a ver la película porque mi madre se empeñó. No van mucho al cine y me apetecía pasar una velada familiar. Eligieron Ágora. La causa, supongo que la tremenda campaña de promoción de la película. También supongo que las casi cien personas que hacían cola para entrar con nosotros negarán esta causa. A priori una película basada en un personaje histórico real, ambientada en la antigua roma, con actores y actrices internacionales... no parecía mala opción. El resultado, una película sin ritmo, donde se plantean una serie de conflictos pero no se ahonda en ninguno, donde se presenta a los personajes de forma maniquea, donde los diálogos carecen de atractivo... Un conjunto de recursos mal aprovechados.

Profundizando un poco, hay una cosa que nunca he soportado en el cine: el uso burdo de la música para inculcar al espectador uno u otro estado de ánimo. Es un uso efectista, pero muy efectivo. Este recurso me recuerda a los regidores, esos tipos que le dicen al público cómo comportarse en los programas de televisión. Alguien debería decir a Amenábar que usar música en las pelis está bien, pero un rato. Ágora (y en Mar adentro pasaba también) es un scalextric sonoro, un conjunto de imágenes puestas al servicio de un uso tramposo de la música. El truco le salió en Mar adentro; esta vez no ha colado. El otro gran pecado de soberbia que Amenábar comete es el uso de las metáforas visuales. El empleo de la metáfora visual siempre va aparejado a un punto de gafapastismo. En casi ciento treinta años de historia del cine, que un tipo use un par de metáforas visuales de forma tan evidente (hablo de los planos de la tierra vista desde fuera y de las hormigas) me parece de muy poca madurez como creador. Esos son los detalles que deberían desterrar de una vez el mito de que Amenábar es un genio. Desde la más humilde sinceridad: no creo que Ágora se merezca la molestia de desplazarse hasta el cine ni el precio de la entrada.



Hace poco tuve oportunidad de ver también Los crímenes de Oxford, peli dirijida por Álex de la Iglesia, que se llevó 3 Goyas y que está protagonizada por John Hurt, Elijah Wood y Leonor Watling. La noche y el día. He de reconocer que Álex de la Iglesia me gusta por pelis como El día de la bestia, La Comunidad, Acción mutante y Muertos de Risa y a pesar de Plutón BrB Nero u 800 balas.

Creo recordar que el público no respondió tan bien a una película menos pretenciosa y mucho más redonda desde un punto de vista técnico. Desde luego, para pasar un rato que es a lo que debe aspirar el cine en primera instancia, me quedo con este título mil veces. La trama juega con un crimen y un planteamiento filosófico. Los actores dan mayor profundidad a sus personajes (y me dirán: "Hombre, con ese reparto" pero no olvidemos que Rachel Weisz tiene un oscar), el ritmo está muy bien conseguido, la música se usa en sus dosis justas y, sobretodo, no se vendió el producto por el envoltorio.



En definitiva, si no habéis visto ninguna de las dos y estáis tentados de ir a ver la primera; mi consejo es que mejor os hagáis con una copia de la segunda y la veáis en casa. Si no he lograros convenceros aún, en la segunda salen las mamellas de la Watling, reclamo definitivo que debería inclinar la balanza en el caso de los más guarretes. :-P

domingo, 25 de octubre de 2009

Momentos

No hay nada como un domingo de resaca moderada para paladear desde un paréntesis los placeres cotidianos que de lunes a viernes, por inercia, ignoramos con las prisas del que mira pero no ve. Hablo de esos momentos únicos e irrepetibles que se suceden día a día, muchas veces similares pero no idénticos, variaciones imperceptibles del mismo leitmotiv que lleva a encontrarnos con las mismas caras en días sucesivos al repetir la misma rutina. ¿Mismas caras? A simple vista. Usando el microscopio de la observación siempre se encuentran diferencias pero las lagañas de los madrugones y las celosías del ensimismamiento las ocultan. Solo vemos en estado "grosso modo". Solo miramos al estilo "grandes rasgos".

Por eso, digo, no hay nada como un domingo de resaca para descargar los archivos mpg y los jpg que la memoria ha ido captando, como esponja superlativa, y analizarlos píxel a pixel para ver esos fantasmas invisibles que en realidad son ectoplasmas que en realidad son cuerpos materiales imperceptibles que en realidad son testigos visibles sonoros de la grandeza que nos rodea en pequeñas dosis. Son los momentos memorables que se ocultan en el sótano de la memoria en virtud de una mala selección innatural:



Fracciones de segundos que penetran en la retina y se diluyen en el olvido, pero que retomados por un hábil documentalista y engarzados por un hábil editor se erigen en auténticas delicias audiovisuales que hacen replantearte el abrir los ojos para ver donde antes pasábamos con las gafas ahumadas de la indiferencia.

viernes, 23 de octubre de 2009

De Viernes y el talento de Mr. Frusciante

Por lo visto hoy es viernes. El propio Señor Viernes ha venido a recordármelo y es que, como el otro día confesaba en twitter, de lunes a viernes veo quintillizos; sábados y domingos, gemelos siameses. El caso es que ha tenido que venir el mismísimo señor Viernes para recordarme que hoy toca vídeo. Y claro, así sin esperármelo, he tenido que tirar de improvisación para elegir la música. Cuando pasa eso, uno tira de los amigos, como cuando alguien en la redacción te dice: "podríamos hacer un reportaje sobre..." y tú con un automatismo propio de acólito abonado a la ley del mínimo esfuerzo - que pa eso estudiaste lo que estudiaste - empiezas a hacer un repaso mental de los familiares y amigos para ver quién da el perfil. Con la música pasa lo mismo, hay grupos que son como de la familia. Algunos porque los llevas escuchando desde hace años, otros porque han estado en momentos cruciales de tu vida. Pues yo he cogido uno de estos para salir del paso: Red Hot Chili Peppers.

Y eso iba a hacer, cuando me he acordado de una conversación que se produjo en un coche en pleno territorio portugués este verano. Dos amigos de la facultad y yo estuvimos una semana recorriendo parte de la costa portuguesa. Una de las grandes pasiones que comparto con esos dos amigos es la música. Uno es un guitarrista de éxito encerrado en el cuerpo de un señor con traje de diario. El otro es una especie de Risto-Mejide-vendo-productos en una productora multimedia multinacional. El caso es que en el coche hablamos de uno de los discos más infravalorados de la historia de RHCP, el One Hot Minute. La causa, que "Jack" Frusciante dejó la banda cuando ésta había alcanzado el éxito para irse a tocar fondo y luego subir a la superficie,cambiar de aires y desintoxicarse. En ese lance, el guapo de Dave Navarro suplió la baja, en un momento en que los Peppers, que habían estado casi diez años tocando en clubs de mala muerte, tenían que aprovechar la ola del Blood, Sugar, Sex, Magic y hacer caja por lo que pudiera pasar. El resultado fue un disco muy muy digno con auténticos temazos, pero denostado por los fans que querían a Frusciante de vuelta cuanto antes.



En la discusión salió a relucir la valía de uno y otro. El caso es que yo siempre he sostenido que Navarro es un crack,y que la comparación con Frusciante es una tontería porque cada uno es bueno en lo suyo. La razón que me haya acordado de eso está, quizá, en que esta semana he estado escuchando bastante The Empyrean, último disco en solitario de Frusciante. Un disco que empieza así:



Que Frusciante es un genio incomprendido es la impresión que siempre me ha quedado. Que Frusciante en solitario y Frusciante al servicio de los RHCP son como dos desdoblamientos divergentes e irreconciliables de una misma personalidad también lo tengo claro. Ahora bien, los discos densos y profundamente introvertidos del bueno de "Jack", son muy hardcore para el fan al uso de la banda californiana, lo que no significa que no haya creado auténticas obras de arte como este
Empyrean
. Feliz fin de semana.

martes, 20 de octubre de 2009

Patrimonio

En el BOE del 15 de Octubre (jueves de la semana pasada) se ha hecho público el patrimonio de los miembros del gobierno. El de nuestro presidente asciende, según el Boletín oficial del estado, a una cuantía de 209.206 Euros (lo que viene siendo 34.808.950 pesetas). Una cantidad que se me antoja corta, muy corta en realidad. No dudo de la trasparencia del documento, pero si tenemos en cuenta que el presidente del gobierno cobraba en 2007 7.765 euros al mes, no paga alquiler y viaja de gratis, la pregunta es ¿dónde va a parar ese dinero?

Visto lo visto, lo mejor es que Zapatero pierda las siguientes elecciones para ver crecer su patrimonio. Me explico. Si hemos de tener en cuenta la lucrativa experiencia de Felipe González, siendo ya ex presidente, que estuvo cobrando como diputado mientras sacaba un sobresueldo dando conferencias o el meteórico y polifacético ascenso de José María Aznar nada más dejar la presidencia (hecha unos zorros habrá quién diga) que fue docente, escritor, orador, ideólogo y además consejero del mismísimo Rupert Murdoch. Seguro que el puriempleo del carismático líder con bigote hizo posible que míster Ansar sobreviviera con el exiguo patrimonio amasado como presidente y la triste paga que le quedó por haber servido a la patria. Es lo que tienen los honrados capitalistas de pro que usan la ética del trabajo para labrarse un porvenir.

¿A estas alturas hay alguien que se crea que estos tipos están ahí para cumplir una labor para con la sociedad? Esto como con el amor, queremos creer que no todos los políticos son iguales. Ahora bien, vocación de servicio o no, ser político de primera o segunda fila, sobretodo estando retirado, proporciona pingües beneficios. Ingenuo de mí que sigo pensando que hay una razón filantrópica detrás de que la reforma del IRPF no aumente los gravámenes a aquellos que cuentan con más patrimonio.

Genio inconsciente de su genialidad

Me van a permitir que vuelva sobre lo mismo: Andrés Montes. Pero qué quieren, es del gremio y, a parte, llevo quince años admirándolo. Me permitirán unas líneas más.

Después del trágico suceso y la tremenda repercusión que ha tenido, me quedo con dos reflexiones. Una, la que Juanma López Iturriaga le dedicó en su particular blog. Como siempre, este Itu, visceral e irreflexivo; pero quizá por eso de una profunda honestidad que emociona.

La segunda, el artículo que Quique Peinado hace a partir de una charla mantenida con Antoni Daimiel. Esta, también en su línea, de chico listo contenido. De haber salido jugador, Daimiel sería serbio o esloveno, por eso era el perfecto contrapunto del genio.

Llueve fuera pero no escucho el agua golpear el pavimento. Solo oigo el eco que repite como un mantra que la vida puede ser maravillosa.

lunes, 19 de octubre de 2009

A vueltas con la publicidad

En las noticias de la sexta - creo - escucho ayer que la publicidad española está entre las 4 primeras del mundo (entiendo que por el nivel de creatividad y de resultados). En la misma noticia se recogía que publicistas españoles había cruzado el charco para tratar de vender su manera de hacer las cosas allí. Un movimiento lícito en una época de crisis donde la palabra internacionalización ha sonado como cura recurrente. Ahora bien, cruzar el charco para decirle a los yankees que contraten a las agencias de aquí suena un poco ambicioso, ¿no?



Y es que no olvidemos que los yankees llevan ya muchos lustros jugando en la liga profesional de la publicidad.

Ps. El anuncio se lo he jipiao a A. Daimiel de su Twitter. Aceptamos "inspiración" (o llámese plagio) como posible utilidad del absurdo invento.

sábado, 17 de octubre de 2009

Andrés Montes, descansa en paz

Andres Montes ha muerto. Cuando el 20 de septiembre, en la final del Eurobasket, Montes decía en antena eso: "yo me despido de ustedes. Ésta es mi última retransmisión con La Sexta. Y voy a decir lo mismo que decía hace tres años y medio cuando vine a esta cadena: La vida puede ser maravillosa", pocos sospechábamos este final. La retirada anunciada de Montes tranquilizaba a todos esos detractores que a lo largo de su carrera, sobretodo una vez que cogió la NBA en el plus a mediados de los 90, han intentado imponer sus percepciones personales por encima de un hecho objetivo impepinable: Andrés Montes sabía retrasmitir un partido. Y permítanme que tire de principio de autoridad e intente poner esta afirmación a un nivel superior del típico personaje que cree que sabe de televisión (o radio o prensa) porque ve la televisión (o escucha la radio o lee la prensa). Montes tenía una idea clara del baloncesto (y del deporte por extensión), que es un espectáculo (de ahí su "That's entertainment) y él un mero instrumento más para hacernoslo pasar mejor al otro lado de la pantalla. Y de las críticas sobre la falta de "comentarios técnicos" contestar que un tipo que realmente siente el baloncesto, que ha jugado al baloncesto, mamado - perdón por la expresión - baloncesto, no necesita a ningún comentarista soso explicándole aspectos "técnicos" del juego (Arsenio Cañada, Fernando Romay y Manel Comas son un claro ejemplo de como volver un partido entretenido en un coñazo a la altura de los partidos de champions de la era Míchel/José Ángel de la Casa).



En este país las retransmisiones de baloncesto siempre han estado ligadas al espectáculo. Recuerden un Ramón Trecet o un Pedro Barthe narrando los partidos, mucho antes de que Montes fuese conocido por el gran público del baloncesto merced a la NBA. Montes llegó, recogió ese legado y lo aderezó con su facilidad para crear lenguaje (porque a parte del megaconocido "Tiki taka" y el "jugón", yo prefiero recordar el término "aspecto lúdico del juego" o sus "si lo intentas, es muy fácil", todos ellos en territorio basket, donde habitaban sus juramentados más acérrimos - entre los que me incluyo - y de donde nunca debió moverse...).

Para mí Montes siempre será el tipo que me enseñó con 15 años que el baloncesto puede ser maravilloso, en esas finales de la NBA que la dupla Paton/Kemp trataban de arrebatar al séquito de Jordan. El mismo tipo que años después repetía hasta la saciedad que, por extensión, la vida, como el baloncesto, también puede ser maravillosa.

Recordemos los inicios de la pareja que marcó una década en las retrasmisiones deportivas:



Pareja que se rompió tras casi una década:



Esta es la última retrasmisión del señor Montes, hace escasamente un mes:



Andrés Montes, jugón de las ondas, descansa en paz. Contigo te llevas el secreto de por qué todos los jugones sonríen igual.

viernes, 16 de octubre de 2009

Viernes/tema

The Dead Weather es el último ámbito creado por Jack White para no dejar que su creatividad se oxide. Horehound, su primer disco sacado este mismo año, una excusa para disfrutar de un puñado de buenas canciones. Os pongo un tema que no está incluido en el disco, es una versión de Gary Numan que no suena mal - por lo menos a mí no me suena mal.



Si os ha gustado, deciros que consultando la página web del grupo, no parece que vayan a tocar en España, por lo menos no antes del 7 de noviembre.

Feliz fin de semana.

lunes, 12 de octubre de 2009

Hacer la del cubano

Hace unos años trabajé como becario en IBM en Madrid. Estando allí adopté una expresión que a la mayoría de personas que la escuchan por primera vez, sorprende: hacer la del cubano. El origen puede hallarse en una historia que me contó una compañera de allí y una muy buena amiga, A.H.M., sobre un antiguo empleado de la empresa, de origen cubano, que un buen día se fue supuestamente de vacaciones para nunca regresar. La empresa tuvo conocimiento de su decisión tres meses después de que el tipo se cogiera una semana de vacaciones - creo que la historia es más menos así, pero sino Natso, que suele leer el blog, podrá corregirme porque creo que también vivió la anécdota. Por supuesto la ocurrencia me hizo mucha gracia y desde aquel momento, con compañeros de los siguientes trabajos donde he estado, he amenazado alguna vez con hacer la del cubano tras explicarles en qué consiste la denominada treta.



Pues bien, los últimos días en Plasencia se ha dado otro ejemplo que vendría a dar mayor consistencia y validez a esta expresión. Los aficionados al baloncesto recordarán el incidente que cuatro jugadores de la selección cubana protagonizaron poco después de jugar un amistoso con España el pasado mes de agosto. Uno de ellos, Silvestre, acabó siendo fichado por el equipo de mi ciudad, que milita en Adecco Plata. ¿Adivinan qué hizo nuestro jugador Silvestre? Pues les hizo la del cubano aunque parece ser que el periplo de este segundo cubano a última hora quedó incompleto; no le saldrían los planes y volvió arrepentido a lo hijo pródigo con ovación de la concurrencia.

viernes, 9 de octubre de 2009

"Reign o'er me" un viernes

Viernes: tema. He elegido el último corte de Quadrophenia, Love, reign o'er me, pero versionado. La causa se encuentra en el reciente visionado de Reign over me (en España titulada En algún lugar de la memoria, traducción que pierde todo el juego intertextual de la película y obedece, además, a un absurdo mandato de las gónadas del señor "X" que pone los nombres a las películas en este sacrosanto país - por cierto, y ya para demonizar del todo, seguro que dicho señor está vinculado con la SGAE de algún modo).



La película incluyó esta versión de Pearl Jam del tema de The Who en su banda sonora. De paso insistir por enésima vez a aquellos que sé que no lo han hecho aún, que vean Quadrophenia. Como bonustrack y para los que estén especialmente aburridos, el vídeo de la actuación entera que incluye dos versiones en directo de Pearl Jam a los Who y una puyita de Sean Penn a cierto canal musical. Feliz fin de semana.

lunes, 5 de octubre de 2009

Tarantino y un puñado de bastardos

Los jueves es el día del espectador en Plasencia. Los jueves voy al cine en esta titánica tarea de mantenerme ocupado. El jueves pasado fui a ver, por fin, la última de Tarantino. Lejos de decepcionarme, me encantó. Os explicaré el porqué.

Antes de nada, narrar por encima lo que a estas alturas todo el mundo sabrá. Malditos Bastardos va de un escuadrón secreto americano infiltrado en la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial (también llamada Estado Colaboracionista de Vichy en aquel entonces) que se dedica a masacrar nazis. Hasta ahí todo entendido. Brad Pitt haciendo de gamberro y Tarantino haciendo lo que mejor sabe: plagio-homenaje por aquí, recursos típicos por allá y ya tenemos una película. Pero qué película, señores. Porque seamos serios, el plagio existe en la mayoría de producciones cinematográficas y acusar al señor Tarantino de plagio es dejar que los árboles nos impidan ver el bosque. Dejémoslo en que Quentin usa la intertextualidad como un recurso recurrente.



Malditos Bastardos constituye una amalgama de los recursos habituales que el señor Tarantino ha incorporado a lo largo de su carrera de realizador de prestigio como si de tics se trataran: fragmentación en capítulos diferenciados claramente por elementos gráficos y de texto, diálogos brillantes, personajes desquiciados y dosis bastante alta de violencia. A través de diferentes puntos de vista, se nos narra los diferentes estadios del trascurso de una misión para acabar con la guerra que desembocará en un final que, al contrario de lo que muchos de mis amigos pensaron cuándo vieron el trailer ("Es que el trailer lo cuenta todo. Ya sabemos lo que va a pasar" Ñeeeeeeeeeeeec: error para mis amigos, tres minipuntos para Quentin), sorprende a la par que añade un nuevo ejemplo cinematográfico al manido concepto de justicia (que algunos verán como crueldad innecesaria, pero estamos hablando del autor de Reservoir Dogs y Pulp Fiction, así que era de esperar).



A pesar de algunos desajustes propios del doblaje (aunque menos de los que yo me esperaba), la cinta es entretenida e irónica. Pitt, como casi siempre que tira de personaje histriónico, divierte y enamora a partes iguales. Tarantino sorprende no solo por el absoluto manejo a libertad - con la consiguiente infracción voluntaria - del lenguaje cinematográfico, por su facilidad para crear escenas de tensión sosteniéndose en el uso del diálogo y por su conocimiento del cine alemán de la primera mitad del siglo XX. El resto del reparto, a mí también me gustó mucho, especialmente Christoph Waltz en el papel del coronel nazi Hans Landa.

Ahora podría tirar de plagio a lo Tarantino y decir que la última frase de la película actúa un poco como declaración de principios - Aldo Raine, interpretado por Brad Pitt, termina diciendo: "¿Sabes, Utivich? Creo que esta es mi mejor obra". Sin embargo he de reconocer que, pese a coincidir con esta afirmación, lo había leído ya en alguna crítica antes de ver la película. Así que seré bueno y diré que Malditos Bastardos bien merece una visita al cine.

viernes, 2 de octubre de 2009

Viernes hacia 1970

Aquellos que me conozcan un poco sabrán que hay un músico canadiense por el que tengo especial predilección: Neil Young. Este personaje, que ha sido comparado en ocasiones con el mismísimo Dylan en cuanto a creatividad, ha hecho aportaciones a la historia de la música tanto en solitario como con su grupo Crazy Horse y también con alguna colaboración. Hoy voy a citar al canadiense de pasada, pues aunque su inclusión en la elaboración del disco que contiene la canción que voy a poner hoy contribuyera a darle forma, su aportación no fue decisiva. Y es que Still, Crosby y Nash eran lo suficientemente talentosos como para merecerse un lugar en la historia de la música, disfrutad de esta canción titulada "Everybody I love you" y también de la puesta en escena sencilla de este vídeo:



Estoy hablando de Dèja vu, de 1970, una delicia para los oídos (por lo menos a alguien que le guste la mezcla folk-rock y pop con algunas pinceladas intimistas aportadas por un Young que ese mismo año sacaba After the gold of Rush). Espero que os haya gustado. Feliz fin de semana