miércoles, 30 de septiembre de 2009

Nos quedamos sin plan "B"

Realmente me gustaba mucho ese curso. Veía una especie de filantrópica huida adelante en él. Serviría para dar una nueva dimensión a mi carrera laboral y, de paso, mantenerme ocupado cuando más invulnerable se muestra la maldita inactividad. Será por eso que en cuanto eché un vistazo al listado de admitidos y a la lista de espera, me apené y cabreé a partes iguales. Realmente quería hacer ese curso de Experto universitario en cooperación al desarrollo.

Tras el plan "A", consistente en hacer un master para capear el personal y completar la formación, inviable dados los recursos económicos de que dispongo y la incapacidad de acceder a alguna beca por diversas circunstancias; ahora falla el plan "B". ¿Y ahora qué? Eso tendré que resolverlo en un nuevo escorzo de improvisación cuando acabe de digerir la mescolanza agridulce que todavía ando rumiando. Lo más frustante, que aún no sé el por qué de que no esté ni entre los 30 primeros de la lista en espera (no ya de los 30 elegidos para hacer el curso). Me gustaría saber los criterios, el baremo, la puntuación... Es como cuando alguien te deja y los típicos "te quiero pero ya no estoy enamorado" o "es que ya no es lo que era" no te satisfacen y elucubras teoría macabras. Casos así engrosan la lista de los adscritos a la "Teoría de la conspiración". El hombre no llegó a la luna, EE.UU estaba detrás del 11-S y yo no he entrado en ese curso por los teje-manejes de los altos cargos de la Agencia de Cooperación de la Junta de Extremadura. Malditos todos. Realmente me gustaba ese curso.



Es lo que tiene que la hermana de la Leti le diera por meterse a eso de la cooperación, que ahora está de moda. Miles y miles de jóvenes españoles se apuntan a esto como los mayores se apuntan a los viajes del Imserso - no me tengan en cuenta, hablo desde el despecho...

Evidentemente, no todos los que meten la cabeza en eso de la cooperación lo hacen con la idea de viajar por la patilla. Algunos están comprometidos en realidad. Quiero pensar que los que al final hagan el curso y estén un mes en Nicaragua haciendo prácticas sobre el terreno no son de los de "viaje gratis, unas fotos y a contar la experiencia a los coleguis para hacerme el solidario y molar más". Por desgracia, me temo que esos serán mayoría, haga los ejercicios mentales que haga para sobreponerme a esta gran pérdida.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Crónica de un fin de semana algo friki

Señoras y señores, ya he vuelto. Tras un no-todo-lo-gratificante-que-esperaba fin de semana en Madriz, retomo mis obligaciones a lo folclórica para con mi público.

Como les decía aquí atrás, mochila en mano me adentré en la jungla de asfalto por excelencia de la península Ibérica con la excusa del fin de semana japonés. La motivación real era el encontrarme con una serie de amigos, entre ellos ex-compañeros de la tele en Toledo con los que desde el principio conecté por afinidades. Desde el jueves hasta el domingo dormí en la casa de mi tío, en la habitación donde pasé los cuatro años de carrera. Una de las cosas que me sorprendió fue toparme con algún vestigio fisico de un pasado cada vez menos reciente que transcurrió en Madrid.



Seis años y algunos meses de vida en la capital provocan un fenómeno curioso cada vez que vuelvo de visita: es caminar por sus calles y rincones, posar mis ojos sobre elementos concretos y, como el puntero que señala elementos de una pantalla de ordenador, comenzar a surgir menús emergentes cargados de recuerdos. Ahí emerge el primer beso de una ex, allá una noche en vela apurando uno de los exámenes más complejos de la carrera, por aquí una de cervezas y de risas con los amigos y conocidos que interpretaban papeles principales o secundarios en la comedia ligera real que protagonicé con veintipocos. El jueves sirvió para despedirme de una gran amiga que se pira - otra más - al oriente de Europa a buscarse la vida - insisto, M., llévame contigo!!!. El resto de la tarde, cuando los nervios de su inminente viaje nos privaron de M., estuve con una mujer que estará asociada en mi subconsciente para los restos con una finca de melones de Villaconejos, unas ranas fumadas y el café con helado (caprichos del subconsciente).



El viernes me falló el plan y estuve todo el día con mi tío. Un hombre peculiar el hermano de mi padre. Algún día alguien debería escribir un libro sobre él. Algún día.
El sábado Mr. B. Miss N. y dos amigos de B. nos acercamos al Madrid Japan Weekend - o, lo que es lo mismo, una especie de convención friki donde los amigos de anime, manga y demás compartieron gustos, aficiones y su amor incondicional por estos géneros japoneses que tanta influencia han tenido en la cultura posmoderna.



Actividades como karaoke de canciones japonesas, para-para, cosplay, modelismo, shogi... en un recinto bastante pequeño y rodeado por puestos de merchandising vario. Ignoro la afluencia, pero puedo decir que en más de una ocasión hubiéramos deseado que la mitad de la gente se hubiera quedado en casa (o que hubieran elegido un lugar más amplio para albergar el evento). Siempre me provoca envidia sana el contemplar gente con una pasión tan sana por una afición cualquiera, a la que dedican tiempo y esfuerzo y con la que pasan un buen rato. Independientemente de las reacciones típicas que uno suele soltar en estos casos (del tipo: "qué friki que es la gente"), hay que reconocerles su mérito. ¡Y qué carajo! Tendríais que ver las caras de auténtica felicidad que allí se podían contemplar.




Un fin de semana algo friki que pasé en su mayor parte con gente a la que echo de menos desde que cambié, quién sabe por cuánto tiempo, de ubicación. Como lunar citar esas otras personas que me hubiera gustado ver, pero que ellos sabrán por qué al final no pudieron quedar conmigo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Viernes precoz

Como he dicho en la anterior entrada, me voy hasta el domingo. Por eso, hoy jueves, subo la entrada correspondiente al viernes: vídeo musical.

Hoy tenemos una canción de Roger Waters que forma parte de la banda sonora de The Last Mimzy (Supongo que en español El último Mimzy, pero vayan ustedes a saber).



Solo queda el habitual feliz fin de semana. Ya sabéis, cualquier añadido, a comentarios.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ausencia justificada

Este finde se celebra en madrid el Japan Weekend y pa allá que me voy. Aprovecho que mi padre tiene que coger un avión para irme con él y pasar cuatro días en la capital que intentaré aprovechar para ver a gente y esas cosas. Por eso hasta el lunes no creo que el blog se actualice (lo digo para que no andéis perdiendo el tiempo). A la vuelta ya os contaré la de frikeces que espero ver en este evento cultural que tendrá lugar en la Casa de Campo.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Estreno fantasma

Pido colaboración ciudadana. ¿Alguien recuerda haber visto un trailer o en una cartelera del cine una película llamada Ellos robaron la picha de Hitler?. Desfrunzan (o como se diga) esa ceja y eliminen el segundo elemento de la automática asociación que se produce de incluir una palabra como "picha" en un título con determinado género para mayores de 18 (o de 21 según zona geográfica) y contesten con total sinceridad - y llegado el caso y para rizar el rizo, confiesen, bellacos, el visionado de tamaña joya cinematográfica si es que se produce el milagro de que alguien que lea este blog haya visto además la película (si es así, enhorabuena amigo, tienes peor gusto que Alfonso Díez - leer más revistas del corazón para desambiguación). Según mis fuentes, el estreno de esta cinta se produjo la semana del 6 al 12 de Junio de 2008 y como yo estaba de ferias en Plasencia, lo que quiero que me aclaréis es el dónde (coj...) se pudo estrenar.



Solo tentado por la curiosidad intentaré hacerme con una copia para visionar y quizá verter mi opinión en este, su blog - bueno, vale, mi blog que ustedes ojean con desdén de higos a brevas. Pero, olé los huevos que hay que tener para idear semejante argumento.

La pregunta es... ¿Habrán recibido también la subvención que Asane asegura reciben todas las películas españolas del ministerio? Si eso, y ya que estamos, me lo miren también.

Veo tus tendencias y subo una moda

Me apetece empezar a lo monólogo... "¿Conocen el juego del póker? Quién no conoce el póker, ¿verdad? Ese juego que los americanos juegan con los amigotes para desperrar al más pardillo de ellos y que sirve para, mientras, hablar de los problemas de pareja o de trabajo. Y es que el póker, amigos, más que un juego para perder dinero es un acto de contricción con los allegados y no tan allegados:

- (Entrando desde la cocina) Eh, Mikey, ¡jodido cabronazo!, espero que hayas traído pasta. Me alegro que hayas podido venir a la timba con los muchachos pese a no haber hablado contigo más que una vez en el trabajo. Nos faltaba uno.

- Veo tus doce pavos y subo seis más. Por cierto, ¿os he contado que Katie y yo llevamos más de seis meses sin hacerlo? Creo que leyó en alguna revista que eso vendría bien a nuestro matrimonio.

- No voy.

- Los veo. Seguro que ha leído el mismo artículo de la Cosmopolitan que Karen, uno titulado: "Refuerza tu relación de pareja o cómo hacer que tu marido tenga las bolas como dos bombonas de butano...

(Lo sé, un pobre intento de guionizar a lo "King of Queens")




Pues bien, el póker, como las hamburguesas, se ha instalado en nuestras vidas y no planea dejarnos.

¿Quién no conoce a alguien que se ha quedado sin coche en una "timba" entre amigos? Antes la gente chateaba y jugaba al buscaminas para pasar el rato en el curro. Ahora las redes sociales y el póker online lo llenan todo. Es más, desde algunas redes sociales se puede ya jugar al póker. Un estudio realizado a través de los prestigiosos tests del facebook indica que incluir una aplicación de póker en esta conocida red social ha hecho que aumente la productividad de los organismos públicos en un 50%.

El problema de que la gente juegue al póker es que en realidad no saben jugar al póker; problema que no sería tanto si yo supiera jugar al póker y cuando digo jugar al póker me refiero saber jugar al póker lo suficiente como para poder hacer de las timbas entre amigos un medio de vida. Uno puede tirar de videoteca y jipiarse todas las películas para convertirse en un auténtico fulero, pero últimamente el estar desocupado me ocupa demasiado tiempo.




Mis amigos ahora quedan para jugar al póker. Pasamos de ir a los recreativos a salir de bares. De hacer botellón a volver a los bares. Y de los bares últimamente hemos vuelto a volver a pasar el rato jugando, pero esta vez al póker. Es como una regresión con variantes: en vez de fundirnos las quinientas pesetas de paga en unas chuches y en el Street Fighter, ahora nos gastamos quince euros en pedir la cena y echarnos las cartas. Sí, lo confieso, mis amigos quedan algunos sábados para jugar a este invento imperialista. Fijan apuestas con una cantidad mínima y se juegan los dineros con el desenfado del que tira monedas a una fuente. COÑO, SI AL MENOS JUGARAN EN SERIO. Que hasta cuando echábamos futbolines con 17 años había más tensión...

Amigos de amigos han participado en campeonatos internacionales de póker. Tengo conocidos que juegan asiduamente online. Incluso hay quién ha ganado ya alguna cantidad importante de forma semipro. Hasta hoy en día se televisan los campeonatos. Y hace unos años hacíamos bromas sobre los jubilados jugando a la petanca en los parques. Dentro de nada seguro que se pone de moda y hala, todos a ver los mundiales por la tele. Yo por mi parte, para adelantarme a esta posibilidad, ya me he apuntao con el equipo de jubilaos de mi barrio, no vaya a ser que de aquí a seis meses mis amigos cambien el póker por la petanca..."

viernes, 18 de septiembre de 2009

Vuelve el viernes

Populista como pocos y preocupado por las audiencias, añado una de las secciones más comentadas en anteriores formatos: la del viernes. Esta sección, que como la chica del As, pretende alegrar vuestros corazones en un día propicio para la dicha y, de paso, que acudáis con dosis moderadas de interés y curiosidad a este mi blog aunque sea un día a la semana.

Retoman esta sección - que podríamos llamar among pairs Es viernes, ¿y qué? - los noruegos Datarock con un tema que elijo, más que por la canción, por el videoclip.



Y es que solo por ese duelo de bailes del final, compensa a los que no les gusta este tipo de música, porque nada desmerece a West Side Story, el de Vicentín o el de que tiene lugar en el cuarto capítulo de la octava temporada de South Park.

La verdad es que conocí a este grupo de música electrócina gracias a la banda sonora del NBA Live '08, en ella habían incluido el temazo Fa fa fa que os pongo a lo bonus track y porque, este sí, es pegadizo como para empezar un viernes.



¿A que dan ganas de comprarse un chándal rojo? Ya solo queda desearos un feliz fin de semana. Ya sabéis, sugerencias, amenazas y propuestas indecentes en comentarios. :-)

martes, 15 de septiembre de 2009

De Anime, Naruto y desidia

La afición por el anime viene de lejos. Por cuestiones regionales, nunca vi Bola de Dragón de Akira Toriyama, que es lo que recordáis muchos, pero sí vi Caballeros del Zodiaco y Campeones, además de otras series que salpimentaban las mañanas y las tardes de antena tres y telecinco (un amigo del colegio, Pável, solía madrugar para ver Ranma 1/2, otro que tiene buena parte de culpa que yo sea como soy; y es que hubo un tiempo en que el actual "horario de máxima protección infantil" estaba poblado de programas infantiles pese a no existir esa nomenclatura). Mucho antes de eso mi padre alquiló alguna película de Mazinger Z y aún recuerdo el impacto que Bioman causó en mi ya de por sí influenciable personalidad cuando niño - podría analizar también la influencia que Humor amarillo tuvo en todo esto, pero mejor no hablemos, no digamos...). Películas como Spriggam, Blood, el último Vampiro, las geniales pelis de Miyazaki (sobretodo la deliciosa Sen to Chihiro no Kamikakushi o, hablando en román paladino, El viaje de Chihiro), Steamboy o Gosht int he Shells, son ejemplos durante los últimos días de mi adolescencia y los primeros de la juventud que no hicieron sino reafirmar unos gustos cuya semilla había sido plantada en la infancia, de eso no me cabe duda.



Recuerdo también estar muy enganchado a Reena y Gaudi (Slayers en el resto del mundo) en la sobremesa de primero de carrera y también trasnochar para ver esporádicamente capítulos de City Hunter y de las Aventuras de Lupin en la madrugada (series que me tragaba junto con la mítica serie American Gothic, producida por Sam Raimi).



La última serie que me ha enganchado ha sido Naruto, una de las series anime más populares actualmente con toda probabilidad. Naruto narra el camino de un joven aspirante a Ninja en una aldea que se ha criado huérfano y víctima del odio de su pueblo porque en su interior se encuentra un demonio de nueve colas que en su día destrozó la aldea. En su camino hará amigos y todas esas cosas tan bonitas que les pasan a los héroes de los anime.

La primera vez que entré en contacto con esta serie fue estando en Toronto, un día haciendo zapping empecé a verla y me quedé enganchado... el problema es que allí la ví comenzada, así que no fué hasta que un día hablando con el buen amigo Borja de la TT se me escaparía que era fans de Naruto Uzumaki y ahí comenzó el principio de una gran amistad - corrígeme, Borja-sama, si me equivoco al decir que fue a raíz de que te compraras Akira en la FNAC. Borja-kun me pasó todos los capítulos de Naruto y así empezaron esos grandes maratones cada noche antes de dormir en Toledo - una oferta de ocio innegable dada la pobre televisión actual y la falta de ordenador que tenía. Tan enganchado quedé que, a pesar de las críticas negativas, insistí en ver Naruto:Shippuden, la continación de la saga anterior, con tanto éxito que piqué a Borja, que había perdido su fe en Naruto, para que retomara la saga.



Ahora, con tan poco que hacer, he vuelto con ganas a ver Shippuden. Cada noche me veo entre 4 y 5 capítulos. Voy por el 94 (que ya es decir) y, por lo pronto, todavía no me he cansado. Lo hago con el fanático deseo de seguir viendo a Naruto evolucionar y con la confianza algo mermada en que acabe consiguiendo el objetivo que guía el argumento desde los capítulos finales del Naruto original, pero también con el miedo de que, por culpa de los vicios típicos del anime japonés (que extienden los momentos de tensión hasta que se vuelven tedio puro) un día diga "a tomar por culo" y me ponga a otra cosa.

Ya para terminar una recomendación para los que le va este rollo y aún no la hayan visto: "Death Note". Son pocos capítulos, el argumento está chulo, el anime está bien dibujado y los personajes son deliciosos (ya el principio del primer capítulo engancha tanto que no lo puedes dejar). Por mi parte tengo en mente Evangelion y echarle un vistazo a Bleach... y quizá ver desde el principio Ranma 1/2 que es una serie de la que tengo buenos recuerdos pero que no pude seguir porque, como dice la canción, "nunca estoy tan cansado como cuando me levanto por las mañanas". Hasta la siguiente, :-)

lunes, 14 de septiembre de 2009

Sin Palabras

En estado apático creciente, hoy no me apetece un - insertar sinónimo de excremento aquí - escribir así que me hago eco de una noticia: Michael Jordan ingresa en el Hall of Fame.



Como dice el título del vídeo, aunque lleve la vitola de "mejor deportista de todos los tiempos" y él mismo no se quedara sin repartir cera en el discurso de ingreso para todos los que no confiaron en él durante su carrera, yo prefiero guardarme las palabras para cosas descriptibles.

Bon día!

jueves, 10 de septiembre de 2009

Una de cine: Mapa de los sonidos de Tokyo

Hacer una película, que es una obra donde el carácter visual tiene una importancia capital, primando los valores auditivos es siempre una apuesta arriesgada que muy pocos cineastas pueden ganar. La Coixet, y permítanseme las familiaridades pese a sólo haber visto esta película, lo consigue con un resultado más o menos esperado: Mapa de los sonidos de Tokyo no deja indiferente, o entusiasma o lleva al aborrecimiento del que exclama "pero qué p... mierda de peli es esta" cuando acaba su visionado. En caliente, me sitúo entre los primeros, aunque prefiero hacer un análisis pormenorizado de los pros y los cons de este filme.



No aburriré aquí pormenorizando la sinopsis, que es una información a la que podéis acceder con bastante facilidad si disponéis de Internete (y lo hacéis, dado que estáis leyendo esto). Y entraré a trapo:

Pros

Como amante encubierto de la cultura nipona, una peli rodada en Japón siempre supone un atractivo. Además la historia íntima y la presentación de los personajes que hace Coixet están bastante bien conseguidos. Mucho mejor resultado consigue a la hora de derribar estereotipos: los japoneses de esta película, pese a conservar sus resquicios de tradición, se muestran mucho menos herméticos y más occidentales que la imagen que tenemos acá; todo ello mostrado siempre a través de los contrastes y dando pinceladas de las rarezas que para nosotros la idiosincrasia japonesa puede suponer. Del mismo modo la crudeza y desnudez con la que presenta temas como la soledad, el amor, el dolor... resultan conmovedoras. La elección cuidada de los planos, de la música, el tratamiento exquisito del sonido ambiente (increíble la riqueza sonora que se aprecia en toda la cinta, haciendo honor al título) y la interpretación de los actores orientales son solo algunos de los destellos que he encontrado. También los diálogos, cargados de la cruda poesía que se extrae de la vida cotidiana.

Contras

El doblaje, el doblaje, el doblaje... Sé que siempre estoy con lo mismo, pero es que si Viggo Mortensen casi es crucificado por su interpretación en el Capitán Alatriste, Sergi López por ese autodoblaje debería practicarse el Hara-Kiri para ir muriendo lentamente y así poder sentir como se le descuartiza poquito a poco con un cuchillo Ginzu. Pero no solo eso. Hay películas que, simplemente, debería estar prohibido doblar. El argumento, que como apuntó la persona con la que fuí a verla, no es nada original y cae en muchos lugares comunes. El ritmo de la película, muy lento, que no es que esté mal pero que puede equilibrar la balanza hacia el fiasco absoluto si estás en uno de esos días en que no pasas ni una.



Nos encontramos en una película deliciosa, con un planteamiento desde el punto de vista técnico impecable, con un tratamiento del sonido fuera de lo común y una historia y unos personajes atractivos en líneas generales... pero como siempre que hablamos de "cine independiente", una película no recomendada para todos los públicos (y no solo por razones de edad, también de consumo cinematográfico habitual).

Si al final os decidís a ir a verla - y yo sólo la recomendaría a un puñado muy selecto de los que soléis leer este blog, así que avisados estáis - no hagáis como los gañanes de la sesión a la que fuimos y disfrutad de la primera parte de los títulos de créditos, solo para comprobar que no hace falta terminar una película con música...

Ah, también os doy unas nociones básicas para que no os perdáis cuando hablen de ramen o de mochi (gracias Naruto-kun por haberme enseñado todo lo que sé sobre Japón...).

¿En serio?

Decía Gianpaolo Tarantini a los magistrados que le han interrogado con motivo de los famosos "Guateques" de Il Cavaliere Berlusconi:

"La prostitución y la cocaína son los ingredientes para tener éxito en la sociedad"


Ingenuo de mí me pregunto si eso funcionará así también en España...

martes, 8 de septiembre de 2009

Sabidurida visceral

Ayer 8 de Septiembre día de Extremadura. Lo celebré como lo solemos celebrar en esta tierra rica en tradiciones: no hice nada de nada. Eso sí, me entró un coraje sacado del terruño cuando al echar un vistazo por el facebook ví como los amigos no comunes de una amiga contestaban a su mensaje recordándo el día que era con comentarios del tipo de "Eso de Extremadura qué é lo que é".

Sé que ni me iba ni que me venía y que lo más lógico era haberme estado calladito. Pero, como decía Walter Sobchak, "lo que es mío es mío" y no pude contenerme. Dejé un mensajito que no reproduciré aquí...

La moraleja que saqué se resume en esta bonita frase:

"Me parto con la gente y con la facilidad que tienen para hacer bromas de otras personas/situaciones/lugares... ahora, cuando les llamas gilipollas, se acabó el sentido del humor"




La frase está puesta hoy en el facebook y supongo que podría molestar a mi amiga - aunque, en mi defensa, he de decir que lo he hecho desde ese sentido del humor mezclado con bilis que suele inundar mi cerebro impidiéndome pensar...

Luego me pregunto por qué la gente dice que soy un borde...

lunes, 7 de septiembre de 2009

De prensa diaria y compromisos quincenales

Suena el despertador por tercera vez (las dos anteriores ya te has encargado de darle al botón de 10 minutos más, lo que en algunos puntos del planeta se conoce como función de "snooze"). Te pones en pie todavía dudando: dudando del día que es, dudando del mes en que estás y, sobretodo, dudando de la utilidad de despertarse a las 10, total, no tienes nada qué hacer...

Precisamente para justificar el "madrugón", buscas ocupaciones (y digo buscas porque, pese a tener cosas que hacer, esas las descartas para el día en que no se te ocurran más tareas y tengas que tirar de esas; es el fenómeno "recoger la habitación" de cuando tenías que estudiar para un examen). Entre las mías de hoy han sido leer la prensa y escuchar algún disco. He empezado con El País y, movido por la curiosidad, me he puesto el The Odd Couple de Gnarls Barkley



Un disco que, pese al renombre que esta pareja alcanzó con su trabajo anterior, St. Elsewhere, no ha tenido, creo, la misma relevancia ni difusión. Me quedo con una frase de allmusic: "En ocasiones, The Odd Couple es un disco más bello que su antecesor" y cambiaría la palabra "bello" (traducido del beautiful que puede significar tantas cosas) por "conmovedor" o "atrayente". En general lo veo un disco más completo, que recuerda mucho a la música negra de los 70 a la vez que suena a nuevo y refrescante, eso sí menos nuevo si lo comparamos con el St. Elsewhere, y ahí es donde este trabajo falla. Si además le sumamos la falta de "algún trallazo" tipo Crazy (o Daddy's gone), entendemos la falta de entusiasmo de crítica y, sobretodo, público. Aún así es muy escuchable.

En cuanto a los periódicos, qué quieren que les diga: que si ZP nos tiene sumidos en el paro, que si el PP tiene más imputados que el PSOE, que si pucherazo en Afganistán. Me quedo con un artículo del citado diario Público sobre un libro de Legs McNeil acerca del Porno de Hollywood, así, para desintoxicar y evitar el posible encabronamiento derivado del hecho de que los que mejor viven nos hablen a los profanos de cómo está la situación (señor Corbacho, que lo mismo deberían de mandarlo al paro una temporada para tener un conocimiento empírico directo de qué es eso tan abstracto de lo que hablarán el miércoles en el Congreso. Y es que hay una cosa que yo no entiendo: ¿cómo habiendo gente en paro que siempre ha desempeñado su trabajo de la mejor manera posible, ustedes no se quedan sin curro ni pa'trás, que en cuanto les largan de un sitio ya les están recolocando en otro?...)



Menos mal que nos queda el pan (de momento) y el circo, pero, ¡ojo! no me refiero al circo que montan las hordas capitaneadas por ZP y Marianín. Tampoco hablo de ese circo que se monta alrededor de Jorge Javier, La Esteban y cía (un circo, he de reconocer, bastante más divertido que el del Congreso de los Diputados, y que cuenta con la ventaja de que, salvo a los directamente perjudicados de los dimes y diretes, no afecta al "conjunto de la ciudadanía española" - expresión muy utilizada a la hora de hablar de terrorismo pero no a la hora de asumir responsabilidades, políticas, se entiende). Mi circo particular es el baloncesto. Siempre lo ha sido y de momento, creo que lo va a seguir siendo una temporada. Por eso estoy de suerte, porque al margen de políticos irresponsables, bandidos institucionales y dictadores democráticos, estas dos semanas que se avecinan me las pienso pasar disfrutando de Ricky, Navarro, Claver, Pau y Marc (¿quinteto titular que empezará el europeo?) y del resto del equipo porque, amiguitos, hoy empieza el Europeo (por si alguien no lo sabía) y si llevo años viéndolo, cuando no valíamos un mojón y nos eliminaban de mundiales en la primera fase de grupos equipos como China (tiro de hemeroteca para refrescar la memoria), más lo voy a ver ahora que, posiblemente, tenemos la mejor selección del mundo (esta sí y no la de fútbol, pese a quién pese y caiga quién caiga).

viernes, 4 de septiembre de 2009

De añoranza y ley de derecho intelectual

Hay una cosa que sí echo de menos del trabajo que tenía en Toledo: la posibilidad de crear una historia, un "cuento" visual a partir de una o dos entrevistas improvisadas, un puñado de buenas imágenes - cuya calidad variaba según el estado de ánimo e inspiración del cámara de turno - y algo de imaginación. El resultado final siempre distaba mucho de ser el deseado, pero entre vosotros y yo, alguno se acercó lo bastante (aunque todo es mejorable). Falta de tiempo, exceso de trabajo, ausencia de motivación... se me ocurren varias excusas para hacer ver que mi trabajo estaba lejos de ser lo que a mí me apetecía hacer, pero para ser sinceros, yo creo que tampoco estaba mal si tenemos en cuenta las circunstancias. No me alargo más, os dejo que juzguéis por vosotros mismos (y así cumplo, de paso, alguna promesa).



A raíz de esto, una reflexión. Como habréis podido comprobar, en los reportajes se ha usado música, temas de grupos conocidos. He de reconocer que desconozco en buena medida la ley de derecho intelectual y que, por tanto, no sé a ciencia cierta si al usar ese tipo de música violé o no la ley; aunque quiero pensar que los responsables de la cadena en la que trabajaba pagaban lo que tuvieran que pagar para evitar que al meter música los que editábamos los reportajes infringiéramos las leyes. Pues bien, aún así y al subir material al youtube he recibido un email de este servicio/página/invento del maligno avisándome precisamente que la inclusión de tal o cual tema en los productos audiovisuales subidos estaba incumpliendo los derechos de autor, pero que no importaba demasiado porque la discográfica poseedora de los derechos incluiría publicidad en los reportajes para compensar - publicidad gratuita, claro está. Por supuesto te hablan de la posibilidad de recurrir y tal, pero bien mirado, para qué molestarse. La duda que me surge es, en este caso, ¿quién se aprovecha de quién?¿El editor del vídeo del trabajo del grupo en cuestión? ¿El grupo del editor de vídeo si este acaba popularizándose en youtube y la gente acaba por cantar sus canciones? A mí la respuesta me parece clara: las discográficas que exprimen al grupo y se aprovechan del vídeo colgado. ¿Qué os parece a vosotros?

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El origen del nombre

La etimología es, a grandes rasgos, el estudio del origen de las palabras. Muchas veces conociendo su origen podemos desentrañar mejor su significado, comprender completamente las palabras, domarlas y someterlas a nuestra voluntad... O eso me gustaría creer quizá influido por los excasos contactos con la hermenéutica. El caso es que ayer, al explicar el origen del título de este blog, me faltó un pequeños detalle. Parte de la inspiración está en una peli de esas que siempre tengo en el banquillo de mi lista de películas preferidas y, todavía mejor, como uno de mis libros de cabecera.



Tan recurrente que aburre, ¿verdad? Pero yo lo veo como un manifiesto que bien mirado puede ayudar a entender muchas cosas. Por cierto, la película se estrenó en 1999, lo que significa que ha cumplido una década la versión cinematográfica de esa joyita escrita por Chuck Palahniuk. Pero sigo con el hilo, que me pierdo. En El Club de la Lucha hay una conversación que el narrador y Tyler Durden mantienen y que tiene que ver con la incertidumbre que el título del blog plantea (tenéis un fragmento del libro en inglés en uno de los márgenes del blog, pero lo traduzco aquí)
"Tyler Durden: Mi padre nunca fue a la universidad, así que era importante el que yo fuera.
Narrador: Me suena.
Tyler Durden: Así que me gradué, llamé a mi padre, le dije: "Papá, ¿ahora qué?". Él me dijo, "Busca un trabajo."
Narrador: Me pasó lo mismo.
Tyler Durden: Ya con 25, hago mi llamada anual. Le digo a mi padre: "¿Ahora qué?" Me dice, "No sé, cásate."
Narrador: No puedo casarme, Soy como un niño de 30 años.
Tyler Durden: Somos una generación de hombres criados por mujeres. Me pregunto si otra mujer es la respuesta que necesitamos."

Muy en la línea del inicio de otra película basada en un libro de culto (perdón por la calidad de la imagen, pero era esto o ponerla doblada con la estúpida voz que eligieron para Renton):



Pues eso, como niño cercano a la treintena que vuelve al hogar materno por las circunstancias, veo a muchos amigos de la infancia que parecen haber seguido los consejos del padre de Tyler y que se han marcado como metas la lista de prioridades enumerada por Rents. Yo, por mi parte, sigo haciéndome la misma pregunta. :-)

martes, 1 de septiembre de 2009

¿Y ahora qué?

He de confesar que este proyecto llevaba aparcado desde hace un año y pico. Por aquel entonces acababa de volver tras dos años en Canadá (una proeza que no parece tanto después de haber visto la de cantidad de españoles que viven allí gracias a los Españoles en el mundo, Madrileños por el mundo, Castellanomanchegos por el mundo varios... que hasta Callejeros sacó su particular versión; eso sí, en lugar de salir gente de bien sacan a chungos chunguísimos), dos años en un colchón monetario y laboral que, a la par, sirvieron a modo de caja estanca aislándome de la realidad.



Y a la vuelta sucedió lo que tenía que suceder, que uno se da de bruces con la realidad y, antes o después, cuando se pone al día con la familia, con los amigos y, ¿por qué no?, también con los enemigos, decide que ya es hora de dejar de descansar y concluye que quizá estaría bien comenzar a hacer lo de la gente normal - esto es, buscarse un trabajo y dejar de pensar en vivir aventuras a lo Yáñez en Los Piratas de Malasia, y digo Yáñez por usar un referente Ibérico. Justo en ese punto surge la pregunta que da origen, como el Big-Bang, a este blog.



El problema es que la duda duró menos que lo esperado y al ponerme al día con alguna amiga - y hagan el favor de no leer esto como sé que alguno lo habrá leído -, ésta me ofreció un trabajo. En un contexto incipiente entonces de crisis económica - quién se iba a pensar que todo iba a ser tan sumamente jodi... - me planté en Toledo y estuve un año trabajando, exactamente cuatro años después de mi último curro como periodista. Life is not easy que decía aquella, aunque he de reconocer que me sentí bastante realizado, al menos durante unos meses.



El caso es que un año después la flexibilidad de la existencia que algunos llevamos por no querer (o no poder) ir anudando compromisos a lo largo de ella, llevó a juntar dos puntos de la línea más o menos recta que sirve como icono de mi trayectoria personal. Es lo que tiene, que a veces nos da por doblar la cuartilla donde vamos trazando esa línea que llamamos nuestra vida y entonces nos vemos como estábamos X tiempo atrás.

Heme aquí pues, un año después, retomando un proyecto que siempre he lamentado no continuar. ¿La razón? Simple. Hoy como entonces, tras ver implosionar el microuniverso que conocía como rutina, me surge una vez más la misma pregunta... ¿Y ahora qué?