viernes, 28 de enero de 2011

Clip corto

He de reconocer que he tenido problemas de desambiguación con este grupo. Kim, francés, músico, hijo de un ex-batera de Higelin; no confundir con Matt & Kim, cualquier otro/a Kim que se dedique a la música o, sobre todo, con Kim Kardashian, la cuñada de Lamar Odon, a la que en su día se atribuyó un romance con Cristiano Ronaldo, una bellísima mujer que cuenta con un nutrido y engordado grupo de entradas en Internet que aparecen cuando tecleas la palabra "Kim" en cualquier buscador. Yo hablo de Kim, el responsable de canciones como ésta:



Me topé por casualidad en Spotify con el álbum Rock N Roll Calvaire y en la primera escucha me encantó, aunque no sabría decir por qué. Buscando vídeos e información, con el consiguiente problema de ambigüedad, me topé con un puñado de buenas canciones y otro álbum en Spotify, Fatal Mambo de 2007. Esta canción pertenece a Don Lee Doo, de 2008:



Si este post sirve para que alguno os animéis a escucharlo o para que déis más información sobre el grupo (qué tal son en directo o cosas así), me quedaré contento. Mientras tanto, feliz fin de semana.

jueves, 27 de enero de 2011

Un dia en la vida...

Hoy quizá te despiertes a las 11, tras el enésimo estruendo producido por la alarma del móvil que pusiste de buena fé para que sonara por primera vez a las 8:50. Quizá bajes a la cocina, a tomar un vaso de zumo. Quizá lo tomes viendo la tele (24h., Marca o Teledeporte, antes cabía la posibilidad de asomarse a CNN+, nunca más). Tras aclarar el vaso y dejarlo en el lavavajillas, subirás con parsimonia hacia el ordenador. Revisar correo electrónico y redes sociales. Revisar blogs de amigos. Echar una ojeada a algún periódico de información general. Echar una ojeada a algún periódico deportivo. Mandar CVs. Fingir ocupar el tiempo cuando en realidad lo estás perdiendo...

Hoy quizá a eso de la una salgas a comprar el pan, tengas el primer contacto con el clima exterior, contemples con indiferencia a las personas que como hormigas llevan a cabo su quehacer diario, cojas dos barras, quizá algo más, saludes al cajero, pagues el importe (93 céntimos), sonrías cortésmente cuando te dé el cambio (si es que no se lo das justo) y vuelvas al cubil. Hay una remota posibilidad de que prepares la comida, siempre y cuando mamá no haya preparado nada la noche anterior. Recogerás la cocina, pondrás la mesa y subirás, de nuevo, a esperar frente al ordenador.

Comerás, oirás una larga conversación donde se citarán episodios de las vidas de personas que no conoces, ni siquiera pretenderás tener interés en lo que digan, enjuagarás el plato y los cubiertos, los meterás en el lavavajillas, cogerás una pieza de fruta o un yogur y subirás, de nuevo, a asomarte a la pantalla del ordenador.

A las 3:20 te lavarás los dientes, cogerás la cartera, el móvil, las llaves y el mp3. Si no es martes, (martes hay curso de LSE de 16:30 a 18:30) saldrás a y 25 con los auriculares de promoción que tu hermana te regaló por reyes, esos que tienen un slogan en uno de sus lados que exhorta a disfrutar la vida. Caminarás, al hilo de unos pensamientos inconexos, por la Avenida de Sor Valentina Mirón. Atajarás por los Arcos. Cruzarás el primer semáforo, luego un segundo. Verás a los estudiantes que apuran los últimos pasos, las últimas palabras, los últimos cigarros antes de meterse en el complejo universitario. Pensarás que llegas pronto o que llegas tarde pero que, en cualquier caso, te tocará esperar. Oirás "¿Qué tal?" y contestarás mecánicamente "Bien" a no ser que tengas algo especialmente interesante que decir. Andarás hora y media aprox. por la ribera del Jerte escuchando episodios de la vida de una amiga. Meterás baza. Quizá hables incluso un poco más. Depende del día. Te despedirás con un "Mañana a menos cuarto", volverás a casa, verás la tele, leerás, te asomarás a internet, incluso puede que juegues al ordenador. Si es lunes o miércoles, a las 20:45 te irás a entrenar con el equipo de baloncesto. Si es martes o jueves, estarás pasando el rato de un modo diferente aunque indeterminado. Si es viernes, quizá estés en Badajoz.

Cenarás, verás un rato la tele (o puede que ni eso), mirarás otra vez el ordenador, verás un capítulo de una serie (últimamente, The Wire), leerás un rato y, por fin, intentarás dormir algo. Y ahí terminará, a grandes rasgos, un día en tu vida.

viernes, 21 de enero de 2011

Grata sorpresa

Descubrir el trabajo en solitario de uno de los integrantes de The Strokes, Albert Hammond Jr., gracias a una amiga que subió una canción el otro día en FB; sobretodo su primer disco, Yours to keep, una auténtica delicia:



Grata sorpresa porque uno siempre se espera un deje del grupo al que pertenece, una especie de copia degradada de ese sonido original que hacen en la formación. Pero ese primer álbum, de 2006, suena bastante diferente. Dos años después, el guitarrista de los neoyorquinos sacó ¿Cómo te llama? que tampoco está mal, pero sí que tiene más ecos de The Strokes en sus canciones. Estos dos temas, también son del álbum debut en solitario:




Sin más, feliz fin de semana a todos.

miércoles, 19 de enero de 2011

Política, ficción y la delgada línea roja

Hace un par de días hablaba con una amiga de política, sin más. No es que me apasione el tema, pero a veces surge. Y no hablábamos de esa política que sale en el papel maché y sobresatura los informativos de la radio y la televisión. Hablábamos del sutil arte que tienen algunos para ganarse amistades, recibir favores y, en definitiva, alcanzar con mayor efectividad lo que la sociedad considera éxito. Por mucho que lo neguemos, la política forma parte de nuestras vidas. A pesar de que no hagan de ello su profesión, de que no estén en política para "ganarse la bolsa" (o las alforjas, según quién), hay más animales políticos en la vida cotidiana que cargos públicos en España y ya es decir.

De un tiempo a esta parte cada noche devoro uno o dos capítulos de The Wire, la afamada serie de HBO que no sé si algún canal patrio emite. Me la habían recomendado hasta la saciedad, razón de más para apartarla a un lado hasta descontaminarme del entusiasmo ajeno. Ya saben lo que pasa cuando uno alberga muchas expectativas. Por fin, hará cosa de tres semanas, me puse a ello. Temporada y cuarto después, sigo entusiasmado. Es The Wire posiblemente uno de los últimos tratados ficcionales que disecciona en profundidad los teje-manejes de la política y sus conexiones con el crimen en EE.UU., representado, en este caso, por la ciudad de Baltimore. Al menos en una de sus caras, porque una de las fuentes de grandeza de esta serie es, sin duda, su carácter poliédrico, su riqueza de matices, su generosidad en personajes "principales" y, sobretodo, su clara convicción de que el maniqueísmo está bien para la ficción, pero que cualquier serie con vocación de verosimilitud sabe que ni los héroes son tan heroicos ni los villanos tan maléficos.



La delgada línea roja entre el bien y el mal, a veces, se emborrona en algunos tramos. Por eso y por mucho más, The Wire es, sin duda, la mejor novela policíaca que me he echado a la cara en los últimos tiempos, la mejor peli facturada de cine negro en capítulos que ustedes podrán disfrutar de un tiempo a esta parte. Del mismo modo, la delgada línea roja que separa información de entretenimiento cada vez es menos visible, menos rotunda, más permeable. Esa misma permisibilidad lleva a que "periodistas" serios que escriben sobre "política" en la cabecera de tirada nacional de todo un señor periódico como "El Mundo" se permitan el lujo de mezclar realidad y ficción, de usar analogías entre el ruedo democrático ibérico y la parrilla televisiva, surgiendo cosas como ésta: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/18/espana/1295370662.html.

Rubalcaba, como en 'The Wire'. Rubalcaba, en una rueda de prensa "made in USA". Rubalcaba, como protagonista en la cúspide de un serial de crímenes, ambiciones, conspiraciones y redadas policiales. Riguroso no será, pero atractivo, el artículo, lo es un rato.

miércoles, 12 de enero de 2011

Banca ética

Este concepto, que en virtud de lo que Bertrand Russell califica de "cinismo observado en los jóvenes occidentales", podría llevarnos a pensar en un juego de palabras tan jocoso como inverosímil, en realidad es tan sencillo como aplicar un código deontológico a tal actividad. Lo que no hay que olvidar es que los bancos tienen la potencialidad de ser agentes de transformación social. Los más avezados de vosotros, que véis más allá de la lógica dictada por la publicidad y demás pautas de comportamiento dictadas por los medios tradicionales u online, conoceréis este principio, materializado en iniciativas como Banca Etica Popolare, Triodos Bank y alguna otra iniciativa. La idea es simple:

Banca Ética nace para poner en práctica la idea de un banco colaborador como punto de encuentro entre los ahorradores que comparten la exigencia de una más que consciente y responsable gestión de su dinero y la iniciativa socio-económica que se inspira en los principios de un modelo de desarrollo humano y social sostenible.
La Banca se propone gestionar las reservas financieras de familias, mujeres, hombres, organizaciones, sociedades colectivas, en pleno respeto con la dignidad humana y con el ambiente




A pesar de haber cogido el extracto de la página web de Banca Etica Popolare, los principios fundadores son los mismos en todos los casos. Lo que mueve este tipo de instituciones financieras, entre otras cosas, tiene con ver con cuestiones como la sensibilidad hacia las consecuencias no económicas de las acciones económicas o la consideración del crédito como un derecho humano no exclusivo de unos pocos. Estas dos consideraciones son rasgos definitorios que contraponen este tipo de instituciones a los bancos tradicionales. La obtención de beneficios no es justificación suficiente para favorecer procesos que dañen el medioambiente por ejemplo. Que la gente necesita dinero es un hecho,por desgracia. Por encima de cuestiones como la seguridad de recuperar el dinero, el acceso al crédito debería tener en cuenta otros muchos aspectos, ser más asequible y contar con amplias facilidades para cumplir con los pagos.

La Banca ética tiene muy en cuenta que el beneficio obtenido por el intercambio de dinero debe ser consecuencia de actividades orientadas al bien común y distribuirse equitativamente entre todos los sujetos que intervienen en ese proceso; un hecho que en la banca tradicional no ocurre. En la banca tradicional, el principal beneficio obtenido es consecuencia de actividades productivas o especulativas, independientemente del tipo de beneficio o perjucio que estas actividades provocan en las personas. El fin, en este caso, justifica los medios. No insinuo con ello que la banca tradicional haga un mal uso deliberado del dinero para generar más dinero; solo afirmo que no tiene en cuenta una serie de aspectos a la hora de elegir sus inversiones que deberían ser exigibles desde todas las esferas: respeto al medio ambiente, respeto a los derechos humanos, garantía de derechos civiles... En ese sentido la banca ética pone la transparencia como requisito fundamental, una transparencia que parece sentirse incómoda en las actividades de la banca tradicional. Os dejo una entrevista interesante a Joan Melé, de Triodos Bank, donde habla de Banca Ética y de otras cuestiones relacionadas con la economía. El documento llegó a mis manos gracias a la señorita S. A. compañera periodista y de curso de cooperación:

Banca Ética - Entrevista a Joan Melé from ATTAC.TV on Vimeo.



El objetivo de la entrada de hoy no es hacer apología de la Banca Ética, solo acercar esta realidad desde un punto de vista informativo. Ahora que el chaparrón de la sospecha de la crisis financiera internacional ya ha escampado de las cabezas de las grandes instituciones financieras, apuntadas en un principio como causantes de esta debacle pero incomprensiblemente indemnes a día de hoy, creo que no viene mal reflexionar sobre estas opacas instituciones. No olvidemos el principio fundamental: los bancos nos cobran por utilizar nuestro dinero para generar beneficios en no sabemos qué actividades. Quizá conociendo la existencia de este otro tipo de instituciones, alguno de nosotros decida sacar el dinero de su banco tradicional. Pero lo que está claro es que solo conociendo la existencia de otro tipo de hacer banca podemos exigir a las grandes instituciones financieras que empiecen a introducir la ética como forma de hacer negocios.

ALGUNOS LINKS SOBRE BANCA ÉTICA:

Banca Ética, la otra economía

Proyecto Fiare

Triodos Bank

Banca Etica Popolare

viernes, 7 de enero de 2011

III/IV

Viernes (aunque parece lunes). Música. Destacar uno de los últimos lanzamientos de 2010 que me han llamado la atención. III/IV de Ryan Adams, un músico que ha caminado por la fina línea que separa el rock y el folk durante toda su carrera. La discografía del estadounidense a mí me parece digna de reseñar. Sin haber tratado en ningún momento de revolucionar nada, siempre ha obedecido a sus instintos naturales, cambiando el tono de unos discos a otros, a veces de forma radical (como la distancia que media entre Rock n' Roll de 2003 y Love is hell de 2004) pero sin perder su sello personal. Su último trabajo hasta la fecha no es una excepción:



Como he dicho, este tipo no intentó inventar nada. Su fuerte radica en las letras (mérito reconocido cuando formaba parte de Whiskeytown) y en la independencia con que se imbuyen las estrellas cuyo talento es ampliamente reconocido pero que carecen de rasgos suficientes para convertir su comercialización en masiva. Ryan Adams tiene muy buena crítica, pero no está ni por asomo en la primera fila de la popularidad musical mundial.



Con el músico de Jacksonville, Carolina del Norte, comenzamos las entradas musicales de 2011 los viernes. También adjunto la primera lista de Spotify de 2011, por si os apetece echarle una escucha. Que paséis un buen fin de semana.

martes, 4 de enero de 2011

Hacia rutas salvajes (Into the Wild)

Hace cosa de unas semanas una compañera de curso subió a su muro de facebook un enlace y comentó que le había encantado esta película. La conocía, cuando se estrenó apunté mentalmente su nombre para ir a verla, no fuí y luego se me olvidó... hasta entonces. Ya vista, me atrevo a recomendarla,a pesar de las tibias críticas que la cinta recibió en su día.

El argumento de Hacia rutas salvajes se basa en el deseo de un joven veinteañero que procede de una familia de clase media alta que decide abandonar la senda que sus padres y la sociedad le tienen reservada para buscar su propio camino que lo lleve, como destino, a sobrevivir por sus propios medios en Alaska.



En primer lugar, algo que tiene el sello de Sean Penn es sinónimo de producto inteligente. Con un guión basado en el bestseller de Jon Krakauer que a su vez está basado en un hecho real, el actor, guionista y director californiano se permite el lujo de hacer una película "made in USA" sin las taras típicas de muchas películas lanzadas desde ese industria que están basadas en hechos reales. Penn, en lugar de centrarse en aspectos dramáticos e indagar en las miserias y sufrimientos de una serie de personajes (que podría haberse hecho con relativa facilidad), prefiere centrar su moraleja en las enseñanzas que el protagonista del film extrae de la experiencia vital a lo largo de su camino. Acompañado de una estupenda fotografía y con una banda sonora de un profundo lirismo, cuyo responsable no es otro que Eddie Vedder, es una película que se deja ver bastante bien.



Entre los personajes que se van cruzando en la vida de McCandless/Supertramp, hay un montón de tipos humanos interpretados por actores conocidos (Vince Vaughn, William Hurt, Zach Galifianakis...), entre los que destaco al personaje de Ron Franz, interpretado por Hal Holbrook. Con la irrupción de este personaje la película alcanza las mayores cotas de sensibilidad, que es, quizá, lo más criticable: la casi abrumadora presencia de claros frente el atenuado de las partes más oscuras de la historia, creando una película "happy-happy" demasiado feliciana si preferís, que no ayudará a que le déis una valoración positiva si no tenéis el día. Cuando la vi desde luego que yo lo tenía.

sábado, 1 de enero de 2011

Newborn (recién nacido)

Ritual de Año Nuevo. Amanecer a las 3, 4, 5 ó 6 p.m, empachado, con resaca, con malestar, intentando adaptar tus torpes reflejos a cada pequeña actividad cotidiana conviertiéndola en una experiencia única de aprendizaje, como un recién nacido que abandona el vientre materno. Renacer, de forma simbólica, para marcar una división simbólica del tiempo. Renacer, como un fénix agobiado por cuentas menguantes y trabajos esquivos, que decide inmolarse y empezar de nuevo. Renacer, convencido de que ayer y hoy son dos realidades distintas y diferenciadas, un nuevo rumbo tomado con ahínco para no cometer los errores de antaño, como si entre hoy y ayer no mediaran escasas 4, 5 ó 6 horas de sueño y una tremenda borrachera. Renacer sin ser conscientes de nuestra insignificancia comparada con el resto del universo:



Aquí comienza el 2011... ¿Y ahora qué?