En el BOE del 15 de Octubre (jueves de la semana pasada) se ha hecho público el patrimonio de los miembros del gobierno. El de nuestro presidente asciende, según el Boletín oficial del estado, a una cuantía de 209.206 Euros (lo que viene siendo 34.808.950 pesetas). Una cantidad que se me antoja corta, muy corta en realidad. No dudo de la trasparencia del documento, pero si tenemos en cuenta que el presidente del gobierno cobraba en 2007 7.765 euros al mes, no paga alquiler y viaja de gratis, la pregunta es ¿dónde va a parar ese dinero?
Visto lo visto, lo mejor es que Zapatero pierda las siguientes elecciones para ver crecer su patrimonio. Me explico. Si hemos de tener en cuenta la lucrativa experiencia de Felipe González, siendo ya ex presidente, que estuvo cobrando como diputado mientras sacaba un sobresueldo dando conferencias o el meteórico y polifacético ascenso de José María Aznar nada más dejar la presidencia (hecha unos zorros habrá quién diga) que fue docente, escritor, orador, ideólogo y además consejero del mismísimo Rupert Murdoch. Seguro que el puriempleo del carismático líder con bigote hizo posible que míster Ansar sobreviviera con el exiguo patrimonio amasado como presidente y la triste paga que le quedó por haber servido a la patria. Es lo que tienen los honrados capitalistas de pro que usan la ética del trabajo para labrarse un porvenir.
¿A estas alturas hay alguien que se crea que estos tipos están ahí para cumplir una labor para con la sociedad? Esto como con el amor, queremos creer que no todos los políticos son iguales. Ahora bien, vocación de servicio o no, ser político de primera o segunda fila, sobretodo estando retirado, proporciona pingües beneficios. Ingenuo de mí que sigo pensando que hay una razón filantrópica detrás de que la reforma del IRPF no aumente los gravámenes a aquellos que cuentan con más patrimonio.
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