El año pasado por estas fechas escribía: "Llegará 2010, la vida tomará (espero) giros insospechados, las aventuras se irán sucediendo y lo que ahora es gris mañana puede ser azul claro casi blanco". Eran otros tiempos, entonces solo estaba cabreado con el mundo. Un año después, casi echo de menos el 2009.
Balance
Siempre es arriesgado decir que el año que acabamos de pasar es "el peor" con diferencia. La falta de perspectiva a veces lleva a generalizar de forma injusta una sucesión de meses, días, horas y minutos de diversa índole e intensidad. Hace unos días un buen amigo me mandaba un christmas donde me decía: "Creo que 2010 ha sido un buen año para ti, en el que has aprovechado el tiempo para cursos, conocer gente...". Es una forma de verlo, una percepción sacada de tres o cuatro encuentros amistosos y conversaciones esporádicas por teléfono. Si a eso le unimos el marcado carácter optimista del amigo en cuestión, sale tal lectura. En realidad es todo más complejo, pero, en general, la percepción que me queda es que, a pesar de los grandes momentos, experiencias y gente que he conocido, he pasado un año en blanco. En 2009 por estas fechas escribía desde el cabreo de que todo fuera como era. Este año escribo desde la lacra del convencimiento de que poco más se puede hacer. 2010 ha sido, tras una crisis de ansiedad inicial allá por Enero, un continuo sube y baja por la desilusión, los ataques de ansiedad y la depresión. En definitiva, un "buen" año, como decía aquel.
Listas
Me quedo con la que ya reproduje en este blog el año pasado: El repaso al año en fotografías de The Boston Globe. También está interesante este repaso dejado por Ramón Lobo en su blog Aguas Internacionales, última incorporación de la selección de blogs que propongo: Noticias (casi) invisibles de 2010. Supongo que también podría citar los "éxitos deportivos", pero ya se encargan otros de recordarlo y no me gusta ser redundante (por no hablar de que me parece bastante cínico y superficial sacar pecho de los éxitos deportivos cuando la situación político, económico y social del país está hecha unos zorros, no hablemos a nivel global).
Buenos propósitos
Antes de que las almas caritativas que leen el blog se presten a dar ánimos desde la gratuidad de la palabrería, intentaré poner freno a su percepción de lo que significa este post. No soy pesimista, soy realista (algo que a muchos optimistas parece que les repatea: el que alguien les diga que por muy positiva que puedas intentar ver la vida, hay veces en que te topas con el muro de la realidad; no olvidemos que una persona pesimista no es más que un optimista con más información). Soy realista porque entiendo que esto son circunstancias producidas por la situación, personal y también del entorno. Por eso no voy a renunciar a marcar propósitos, metas y a seguir luchando por cumplirlas. En ese sentido, en verano, cuando creí tocar el fondo de la desesperación, leí un libro de esos de autoayuda que algún día tendrá su propio post en el blog porque creo que lo merece, El monje que vendió su ferrari. En este manualito de técnicas tendentes a encontrar la felicidad se describe la disciplina y el trabajo como algo crucial para lograrla (una verdad de perogrullo, ¿verdad?).
El primero de esos propósitos es acabar el postgrado que estoy haciendo. Me ha costado conseguirlo, el azar ha tenido bastante qué ver, hay aspectos menos buenos en el tema que ocupa que a veces echa un poco para atrás, pero he de reconocer que ha sido una de las mejores cosas que ha traído el 2010: el Curso de Experto en Cooperación para el Desarrollo.
El segundo es encontrar trabajo, un hecho que parece simple. Tan simple que lleva en ocasiones a percibir sensibilidades en los demás tendentes a pensar que el que no tiene trabajo es que no hace lo suficiente. Os sorprendería comprobar como la mayoría de gente que conozco y se interesa por mi situación, pregunta si he echado en tal o cual sitio. Me recuerdan a los partidos de la oposición y sus recetas mágicas e infalibles contra los males de la economía... Me recuerdan a ese dicho de "los toros desde la barrera se ven de puta madre" (o que nadie falla un gol desde el salón de su casa). Me dan ganas de decirle: "Pues mira, no, no echo CVs, no llamo, escribo, busco, pregunto... En realidad mi último año y medio se ha limitado a esperar pacientemente tocándome los huevos a que alguien llame a la puerta de mi casa con un trabajo para mí". En fin.
El tercero es seguir conociendo gente que me aporte cosas. 2010 también ha tenido momentos donde esto se ha producido. Grandes "fichajes" que han hecho la vida más llevadera. Eso solo valdría para salvar el año, aunque a veces echas la vista atrás y recuerdas a tantos otros grandes fichajes que ya no están en tu equipo y a los que echas de menos (aunque de vez en cuando llamen, te manden un email, te dejen unas líneas en el facebook). Ese tipo de cosas a veces llevan a cerrarse un poco en sí mismo, como un crío, y negarte a socializar para conocer gente a la que cogerás cariño y que, con el tiempo, o te decepcionará o acabará por seguir su vida alejada de la tuya.
El cuarto es algo más materialista. Tengo una amiga, una muy buena amiga trabajando en Moscú desde diciembre de 2009. Me gustaría ir a verla. Primero porque sé lo que es vivir fuera y querer que tus amigos más cercanos conozcan de primera mano esa realidad. Cuando estuve fuera, valoré muy mucho ciertas visitas porque, al contrario de lo que pueda parecer viendo esos programas que infectan la televisión, vivir fuera ni es tan idílico ni tan sencillo siempre. A veces tienes todo lo que no tienes aquí (trabajo, experiencias vitales, sorpresas diarias por convivir en otra cultura) menos a tus seres queridos. Las visitas sirven, un poco, para acercar esos dos aspectos y hacer la vida más perfecta.
El quinto es seguir creciendo como persona, desde un punto de vista mental, físico y espiritual. Cultivar relaciones con los más allegados, otra cosa que parece fácil pero que no lo es. Cuando uno tiene un carácter difícil, a veces cuesta mucho esfuerzo no perder amigos (sobretodo si esos amigos llevan caminos diferentes)
El sexto y último es el más difícil de todos por su grado de abstracción. Tratar de ser feliz, todo un reto al que las anteriores metas contribuirán consecuentemente. Como ven, no es pesimismo todo lo que reluce.
Solo queda, pues, desearos un feliz año 2011 y que no os atragantéis con las uvas. Os dejo con la recopilación de todos los temas que he puesto los meses que me he acordado: 2010... ¿Y ahora qué?
5 comentarios:
Echo de menos una explícita referencia a La Tremolina en lo de la gente que has conocido en 2010 que te aporta cosas y te hace la vida más llevadera (por no decir rica y complaciente, en general)
Pero eso hubiera sido contradecirme: Línea seis párrafo tercero de la entrada: "no me gusta ser redundante".
De todos modos podríamos abrir un profundo debate filosófico acerca de cuándo se produjo ese "conocimiento real".
quicolog
Ánimos Txetun,
Soy de los que creen que hay que ser optimista para intentar mejorar día a día, e intentar afrontar todos los retos que se presenten o que vayas a buscar.
Feliz entrada de década!
Emeshing.com
Muchas gracias, sr. Emeshing. Por cierto, también apúntese una, porque le comente o no, es una delicia dedicar 5 ó 10 minutos de mi mañana a leer cualquier curiosidad que haya publicado en su blog.
Feliz año para usté también. :-)
No estoy por la labor de pasarle la mano por la espalda y menos aceptar que pretenda ir sumando años malos a su CV, este es un record que no quiero perder y por ello hare lo imposible, para que siga siendo igual de Txetun que siempre, y por si ello sirviera, empiezo por escupirle a su ojo izquierdo. Dejemos los balances y preparese para el futuro ... Nicaragua no queda lejos e incluso estoy pensando que Costa Rica puede ser un punto de reencuentro con una cerveza en la mano y viendo atardecer ... nunca me imagine lo mucho que me gustaria verlo en su compañia :) (con el permiso de Tanya ... a la que tengo por cierto por su tierra hasta final de enero. Nos vemos en 2011. Maese
Publicar un comentario