martes, 7 de diciembre de 2010

Doblete de sonido total

Un directo es la prueba de fuego para cualquier grupo o solista que se precie. En una época en que la tecnología permite que cualquier cantante suene como los ángeles, ver su rendimiento real y su respuesta frente a un público da, en buena medida, idea de por dónde trascurren las cualidades artísticas reales de tal o cual intérprete. Algunas bandas, en el escenario, se diluyen y cumplen por lo pelos con los requisitos mínimos para lograr que reconozcamos que son ellos teniendo como referencia trabajos de estudio. En otros casos, se hacen fuerte y se concentran ofreciendo un plus en sus actuaciones que los sitúan muy por encima de lo que tengan enlatado y que hemos oído previamente para al menos mover los labios al compás cuando llega el día del concierto.

El sábado me planté en la puerta del Círculo de Arte de Toledo con mis amigos F. y A. dispuestos a ver el doblete Pinker Tones / We are standard. Gracias a una amable y hábil gestión del amigo Jafuda ("¡¡Cuánta amabilidad!! ¡¡Estamos muy agradecidos!!"), tenía tres invitaciones para ver, por fin, a los Pinker en directo. Los catalanes abrían la sesión. Curiosamente desde que escuché por primera vez a ambas bandas - más o menos por la misma época - siempre he pensado que tienen una cosa en común: a pesar de sonar muy muy bien, da la impresión de que son más conocidos fuera que dentro de nuestras fronteras. Así que en la puerta indiqué que tenía invitaciones. Consultaron las diferentes listas - ¿pero alguien pagó por ver el concierto? - y mi nombre no aparecía por ningún lado. Se acercó uno de los responsables del Círculo y tras decir de dónde venía la invitación, se solucionó todo después de una consulta en camerinos.



Apenas un puñado de gente esperamos la salida de los Pinker. A las 22, con Game boy music abrieron una sesión que duró una hora en la que dieron buena cuenta de su último disco, Modular, y que dejó con ganas de más. Y es que los Pinker pertenecen a esa casta de músicos que se concentran en un escenario, que se hacen fuertes y transmiten todo el buen hacer y el talento que preservan tras esas gafas de sol. A lo largo de sus trabajos han hecho gala de un eclecticismo con la creatividad como hilo conductor, pero en directo todo eso se dispara, se multiplica y se expande hasta contagiar todo el local donde tocan. Desde sonidos más "funk" a furiosos guitarreos con ecos "punk" pasando por electrónica pura y dura; alternando letras en español, inglés y francés; tirando de repertorio con canciones más relajadas y epilépticos himnos para bailar... Un big bang de sonido total que se traduce en una experiencia altamente recomendable.

Luego fue el turno de We are standard, un grupo calificado por Asane (con bastante sorna) como "los que no meten apenas reverb en sus directos". Hay que darle toda la razón. Reverb y más reverb. Con la sombra de grupos como LCD Soundsystem en su planteamiento, el objetivo es claro: hacer bailar. Pero me dió la sensación de que en directo se diluyen un poco. Con un par de álbumes sólidos y a pesar de la acústica del Círculo, que es malísima, el directo no llegaba a trasmitir la energía que trasmiten en sus discos. Como digo, se puede culpar a la acústica y a los problemas de sonido, que los hubo, pero con las mismas cartas jugaron los Pinker, y estos últimos fueron, para mí, los claros triunfadores de la noche. Sin acritud, porque si hemos de contar el público, los vascos se llevaron de calle la apuesta, entre los despistados y los que se hacen esperar, así que lo dejo en que los verdaderos triunfadores fuimos los poquitos que disfrutamos de ambas formaciones, desde el Game boy music de los Pinker hasta el último Waiting for the man, la versión de la Velvet con que cerraron W.A.S.



El viernes 17 de Diciembre The Pinker Tones llevan su Modular a la sala Apolo de Barcelona, por si alguno está cerca: lo dicho, una experiencia de sonido total muy recomendable.

3 comentarios:

Jafuda Cresques dijo...

Buenas,

Nada que agradecer, eso guárdalo para los Pinkers, jeje. Me alegra que os gustara, en los conciertos siempre se esfuerzan al máximo, lo que es un plus a su ya, de por sí, excelente música. Y muy buena crónica: más de un crítico musical debería tomar nota.

¡Un abrazo!
Jafuda

asane dijo...

Que no, que los We are standard no meten reverb. Es una leyenda urbana. Tienen un sonido tremendamente limpio en directo.

A los Pinker Tones todavía no los he visto en directo, ya te comentaré cuando lo haga.

Txetun: dijo...

Es que imagínate, entre la acústica del lugar, un antiguo templo (iglesia, mezquita, sinagoga?!) y el reverb... era el re-reverb.