jueves, 9 de diciembre de 2010

La revolución será televisada

Lo dije y lo repito. De un tiempo a esta parte me he abonado a todas las teorías conspiranoicas habidas y por haber. Si algo no me cuadra y no hay teoría a la que abonarse, me invento una. El hecho de empezar a ver Fringe, otra creación televisiva del último rey Midas J.J. Abrams más conocido como "el creador de Perdidos", no ayuda. El eje central de la serie se sitúa (ALERTA, DESTRIPE) en una invisible amenaza de guerra entre este universo y los moradores de un universo paralelo. También tengo conocimiento de teorías sobre la Mafia X, la presencia y dominio de los extraterrestres (más concretamente reptilianos, como esos que te invitan a orujo de hierbas) de las altas esferas de este mundo, y alguna otra conspiranoia mundial. Casi nada.

El caso es que llevaba unos días, entre concierto y concierto, dándole vueltas a los últimos acontecimientos con la idea de escribir algo aquí. Ayer, antes de meterme en la cama, leí dos artículos: el post de Asane Y si... y un excelente texto sobre cómo wikileaks ha activado el periodismo. Al amigo Asane le dejaba un comentario apuntando que la crisis económica y las filtraciones de wikileaks están aportando un germen ideológico importante para legitimar cualquier acción contra nuestros legítimos soberanos (nótese el retintín). También hablaba de cómo los tímidos conatos de reacción a estas descargas en la conciencia los vemos por la tele o los seguimos por internet en lugar de sumarnos a cualquier iniciativa cualquiera para intentar cambiar algo.


Curiosamente en las últimas semanas se ha producido otro hecho que habría que sumar a los dos anteriores. La entrevista a El País del señor ex-presidente del gobierno, Felipe González Márquez, que no ha generado ni un solo comentario ulterior. En dicha entrevista, lo único que queda claro es la confesión velada del ex-presidente sobre su conocimiento de las actividades del GAL. González dejó entrever que en pleno despertar democrático, estando al frente de un partido que estuvo rodeado durante todo su mandato de casos de corrupción como Filesa y que contó (o cuenta) en sus filas con gente nada sospechosa de haberse lucrado exponencialmente una vez llegó al poder, tras hacer y deshacer lo que le dió la gana en sus "condados" (Bono o Chaves son dos ejemplos significativos de "barones" enriquecidos durante su llegada al poder) confesó de forma críptica que mientras fue presidente tuvo conocimiento de acciones terroristas estatales (porque, aunque a la prensa le guste minimizar ciertas acciones en esa labor de "altavoz" de las posturas oficiales de la corriente político-económica que representan, el terrorismo sigue siendo terrorismo lo practique un grupo armado con pretensiones independentistas o el estado). González más o menos confirmó lo que todos sabíamos: que él era Míster X - aunque esto, como todo, es susceptible de interpretaciones.


Asane apuntaba en su post que ante tal panorama, lo que menos le apetecía era votar las siguientes elecciones. Bajo mi punto de vista, eso es lo que desean fervientemente los dos grandes partidos de este país: jugársela a la baja participación sabedores de que "los suyos", acérrimos defensores de intereses personales (porque a la postre todo en política a partir de determinados peldaños se basa en "a quién de los míos coloco dónde"), irán a votar. Asane, los millones de españoles que están hasta los cojones y yo mismo deberíamos ir y votar, pero votar en blanco. Porque es cierto que los votos en blanco van a la mayoría, pero si y solo si no son mayoría en sí misma. Me explico, si hay mayoría de votos en blanco, las elecciones tienen que repetirse obligando a los partidos a presentar nuevas listas. Eso provocaría una paralización momentánea en las instituciones. Se trata de una tipo de protesta factible, aunque la vemos como utópica solo porque hace tiempo que el sistema logró arrancar el poquito alma que nos quedaba como "ciudadanos de pleno derecho" (supongo que se quedó en algún punto entre la "mejor liga del mundo" y los "Sálvame" varios), pero si todos nos concienciáramos del valor del voto en blanco, quizá la centro-derecha oscilante entre PSOE y PP se quedaría con dos palmos de narices. Sería la única forma de participar en una rebelión improvisada, visto que tanto nos cuesta salir a la calle a pedir a los que nos roban a diario que dejen de robar de una vez.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y si no dejamos que nos toquen los cojones? Tal como han hecho los controladores.

Yo creo que menos voto en blanco y más echarle huevos.

Espero que se vea la idea de estas líneas que no me da tiempo a desarrollar por estar en el curro.

Izzy

Ocol dijo...

Votar en blanco, sí, pero mejor este voto en blanco, ¿no?

Y más echarle huevos, claro. Pero más que huevos lo que más falta hace son neuronas.

Un saludo,

asane dijo...

¿ein? ¿neuronas? Espera que estoy contando a ver cuántas hay.

Txetun: dijo...

Pues mira, es una opción. Está claro que lo que nos falta es información. Muchas gracias, Ocol.

Anónimo dijo...

Sí, de acuerdo con lo de las neuronas. Tienes toda la razón.

Digo lo de echarle huevos porque a veces es frustrante no poder, no querer o, en definitiva, no hacer nada.

Izzy.