Desde que estudio en un master impartido por un departamento de publicidad tengo más claro lo que sospechaba desde hace mucho tiempo: en qué consiste la creatividad. Por ejemplo, los argentinos, ese sumum de la creatividad haciendo anuncios. Que es ver uno y dices: "Buah, chaval, qué grande, ésto solo se le puede ocurrir a un argentino". Y eso mismo pensé cuándo vi este anuncio de Quilmes (cerveza, por cierto, de origen argentino, pero que hoy pertenece al grupo belga-brasileño y no-sé-de-cuántos-países-más Anheuser-Busch InBevbrasileña):
Al margen de las referencias cinematográficas evidentes, el anuncio sí parece original, muy "creativo" y, lo mejor, que es tan bueno que tiene una viralidad importante (la mayoría de vosotros ya lo conoceréis a través de redes sociales u otros blogs).
Miren ahora este otro:
Pues eso es la creatividad, amigos. Resulta curioso que en un mundo donde algunos defienden a ultranza sus derechos de autor (habría que decir que los derechos de autor son una cosa y otra bien distinta el valor que se fijen a esas autorías, y habría que volver al eterno dilema de cómo se monetiza el arte y qué cantidad es justo pagar por una obra, sobre todo cuando en realidad lo que estamos pagando son plusvalías derivadas de la intervención de intermediarios e impuestos indirectos que no llegan al autor, y en otras ocasiones también el añadido del resultado de especulaciones tan imperceptibles como dividir las obras en sagas y retrasar su publicación hasta fechas señaladas como navidades, San Valentín, Ferias del libro...) luego intenten influir en nuestras decisiones de compra a través de un mundo, el de la publicidad, donde el uso de esos derechos de autor se parece más a lo que Internet demanda, que no exige (como algunos parecen sugerir).
¿Hay creatividad en el primer anuncio? Mucha. ¿Es una copia del segundo? Sí, ¿y? Reflexionen, señoras y señores, que a mí no me da para más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario