En una crisis en el rock que se alarga desde que enfilamos la mitad de la veintena, si no antes, desde Wolfmother no escuchaba un sonido similar a lo que representan mis gustos: bandas con potencia y actitud, capaces de hacer canciones que recordando a Led Zepp / Black Sabbath y coetáneos suenen originales. Es lo que tiene esperar el advenimiento de la última gran banda de rock enfilando los 30 (waiting for the rock messiah advent since 1998). El repunte del metal en los 90 estuvo bien, pero desde Pearl Jam nadie ha vuelto a hacer rock honesto y puro. Incluso Wolfmother se perdió en los pliegues de un segundo disco demasiado ampuloso. Jack White sigue teniendo un punto rococó que no acaba de convencer (aunque me encante) y The Black Keys, a los que más idolatro cuanto más escucho, tienen el alma más negra que el rythm n' blues. Menos mal que nos queda ese repunte neo-blusero desde los Soledad Bros a los propios Keys. Todo lo demás es anterior o suena demasiado enlatado, como los Strokes, que me han llegado a gustar con el tiempo, pero que no acaban de salirse de su propia caricatura de lo que una estrella de la música debería ser en el siglo XXI. Menos mal que nos queda Canadá, esa gran cantera que no solo crea Brian Adams y Avril Lavignes, si no que desde Neil Young y Guess Who? va grabando con la boca pequeña muescas en la historia del rock. Para muestra, Black Mountain, pese al lunar de haber sido teloneros por tres semanas de Coldplay.
Lo demás, queda en cuarentena y sospechoso de derivar peligrosamente hacia el pop o haber sido larvado originalmente en los 90. No hay lugar para los falsos profetas, es lo que tiene ser dogmático y ortodoxo, aunque en la intimidad escuche casi cualquier cosa y en realidad las recomendaciones sean, como siempre, muy bienvenidas.
Feliz fin de semana a todos.
3 comentarios:
Foo Fighters son unos grandes que siguen haciendo rock honesto, duro y a la encía.
Umm... por temas. Porque los hay que son muy muy poppies y otros demasiado post-punk nirvaneros. En cualquier caso, su procedencia es de mediados de los noventa y su primer disco del 1995, si mal no recuerdo. Pero vamos, para mí Grohl es un imprescindible, tanto en FF como por su colaboraciones en QUOTSA con el mítico Songs for the Deaf (2002) o el último experimento interesante en Them Crooked Vultures (2009)
QOTSA, Raconteurs o The Black Keys (más blueseros) hacen rock de calidad. Y en españa Layabouts o Idealipsticks también vienen pisando fuerte.
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