miércoles, 18 de noviembre de 2009

Del INEM o Crónica de la impaciencia

18 de Noviembre. Tocaba sellar la tarjeta del paro. A las 8 había quedado con dos amigos que se han unido al club, una decisión tomada por un caprichoso mercado laboral y una permisiva administración que permite tropelías como la creación de la figura del "fijo discontinuo" para evitar hacer contratos indefinidos. Al contrario que la vez que tuve que solicitar la prestación, hace tres meses, hoy no había aglomeraciones a la entrada. De 8 a 8:30 en la puerta, hablando con unos y escuchando a otros; adivinando trazos de desesperación, miedo e impaciencia en las sonrisas forzadas y comentarios amables de algunos parroquianos de mediana edad y futuro laboral de un nebuloso tornasolado. La oficina del paro es un escaparate de impaciencia.



El proceso ha sido rápido e indoloro, de una precisión quirúrjica. Llegar, ponerse en la cola correspondiente, recibir el sello y salir; como la extracción exprés de un diente de leche. Un lapso imperceptible de espera, sí, pero suficiente para atisbar la incertidumbre, para oler la frágil esperanza, para sentir la áspera impaciencia. Máscaras beatíficas a golpe de resignación escondiendo miradas esquivas de febril anhelo, febril anhelo del deseado puesto de trabajo que aporte estabilidad, desahogo... salud mental en definitiva.

Las memorias del auxiliar administrativo que atiende insuflando alma a cada uno de los demandantes en el proceso mecánico de tramitar sus solicitudes son un pliego descorazonador de la espera que no llega, un manuscrito vidrioso de una búsqueda incierta, una vívida crónica de la impaciencia en estado puro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pues yo te aseguro que ni ansiedad ni estrés jisjisjisjis con lo calentito que se está cobrando en el paro! ;-D
Natso

Txetun: dijo...

Vale, también está la sección: "bendito paro", pero no puede olvidarse que hay muchos dramas humanos engrosando las colas del paro.

Aika dijo...

Después de varios meses siguiendo, fielmente, la trayectoria de éste tu blog........hoy me veo en la obligación de dejar un pequeña reseña al respecto.
Siendo, recientemente, incluida en la modalidad de "fija discontinua", me encuentro justo en el momento de discontinuidad de mi contrato, de ahí el paseo matinal que hoy he hecho a la (nada añorada) Oficina del INEM. Ni nervios, ni desesperación, ni miedo..........todo eso ya lo dejaré para cuando prevéa que esta situación va a durar más de 2 meses. Después del madrugón, más propio de los días en que uno está trabajando, la cosa ha sido bastante fluída lo que nos ha permitido que el resto de la mañana lo dediquemos a los quehaceres propios de los parados.
Sin más, ahí dejo un sabia cita que dice "El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer", porque al final, el que no se consuela.....es porque no quiere.