sábado, 22 de mayo de 2010

Alta Fidelidad

En un periplo por redescubrir los clásicos recientes de la literatura en inglés, la siguiente parada era High Fidelity, de Nick Hornby. Cuando pillér On the road, la idea era conseguir también la célebre obra de Hornby, pero como no estaba cogí otro libro del mismo autor. Mi amiga Juli llegó al rescate (¡¡FELICIDADES!!, por cierto ^_^ y felicidades también al señor Robert Zimmerman aka "Bob Dylan" por su 70 cumpleaños) unas semanas después y me dejó Hgh Fidelity más un libro del creador de Los mundos de Coraline, Neil Gaiman, que también me he acabado y del que hablaré, posiblemente, la semana que viene. Pero centrémonos: Alta Fidelidad.

Para comenzar, los que vieran la versión cinematográfica protagonizada por John Cusack, Jack Black y Lisa Bonnet entre otros, olvídense de cualquier intento de comparación. Sé que es lo que se suele decir, pero es que se parece como un huevo a una castaña. Y eso que la dirigió el digno Stephen Frears y que Cusack da el perfil del protagonista de la novela, Rob. Es lo que tiene Hollywood, que le quita el romanticismo a casi cualquier cosa, empezando por trasladar la acción de Londres a CHICAGO, - y no Nueva York, como había escrito en un principio -, resta minipuntos a granel.

El argumento, un joven de treinta y tantos lo acaba de dejar con su pareja. A raíz de la ruptura, le entra la enésima crisis que le lleva a replantearse su vida que se basa, en ese momento, en su tienda de discos minoritaria con dos empleados peculiares con los que confecciona listas y habla de música. Un hilarante canto a las relaciones de pareja, los sueños insustanciales y la música pop/rock del pasado siglo. Lo realmente fascinante es el alto componente de reflejo que como lectores podemos encontrar en Rob. Hornby tiene una facultad (y ahora que estoy con otra segunda novela de este autor puedo generalizar a lo "experto") y es la de retratar con extrema semblanza y marcada ironía aspectos de la sociedad actual. Rob es uno de esos "jóvenes treintañeros" con cierta dosis de síndrome de Peter Pan que se resiste a ser inoculado para acatar "lo establecido" y seguir por la senda que se supone que debe caminar. Como contrapunto está Laura, su ex, la causante de ese cisma consigo mismo que le lleva a replantearse su propia vida y sus relaciones con el sexo femenino...

El comienzo es divertidísimo, de esos que engancha. Rob dándonos razones de por qué Laura no está en su lista de las 5 peores decepciones amorosas con su correspondiente repaso a la lista. Puro tratado lógico-filosófico de mentalidad masculina. Una novelita muy recomendable, con unos personajes bien definidos, situaciones divertidas y de fondo una serie de referentes de la industria cultural (música, cine...) del siglo XX.

5 comentarios:

La Tremolina... dijo...

Pues si quiere descubrir los clásicos contemporáneos (¡¡oxímoron, oxímoron!!) de la literatura inglesa, ni se le ocurra aventurarse con un esperpento llamado "el mejor humor inglés" o algo así que Anagrama me regaló (no me extraña) en la feria del libro del año pasado.

Trama: un primo del director de Anagrama procedente de los Monegros decide hacerse editor y se inaugura con lo que él considera los mejores extractos del característico humor inglés. El libro termina por ser obsequiado a mansalva y utlizado por las hordas de lectores para calzar mesas.

Txetun: dijo...

Traquila, suelo ser muy selecto con lo que leo... :-P

¿Ya han vuelto a habilitar los comentarios a mi blog desde su trabajo o está en casa?

Anónimo dijo...

Me encantó la película y me regalaron el libro por mi cumpleaños. Lo tengo pendiente, pero supongo que será altamente disfrutable.

Por cierto, a mi me pasa al revés, en mi casa no puedo comentar y en mi curro sí, xD.

Izzy

Juli dijo...

Sólo un apunte: en la peli, la acción se sitúa en Chicago ;)

Txetun: dijo...

Uff, hace tanto tiempo que la vi que ni me acordaba. Ok, lo cambio. Será de la época esa en la que todas las pelis se hacían en Chicago. :-)