
Esa desconfianza, en algunos profesores - supongo que periodistas fracasados o renegados, una mala combinación - alcanzaba las cotas de auténtico rencor: "Los publicistas tienen la mente más sucia que muchos pornógrafos, y además son todos cocainómanos". Sirva esta perla, proferida por un catedrático ante unas ciento treinta personas en una clase cualquiera érase una vez en la facultad de Ciencias de la Información de la UCM para ilustrar lo que digo. El caso es que el anuncio, pese a las connotaciones, es, simplemente, genial. Supongo que por eso algún particular con dotes de creativo (o un creativo publicitario renegado, quinta columna de la decencia) ha elaborado este cotraanuncio:
Aunque no tenga el mismo impacto ni la misma difusión que el original (a ver cuánto tarda Coca-Cola en hacerlo desaparecer de youtube), el mensaje llegará a los que tiene que llegar. Magia de la comunicación persuasiva.
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