miércoles, 13 de abril de 2011

Amor, rebeldía, libertad, etc.

Hace un par de semanas recibí una llamada de una excompañera que trabajó conmigo en Toledo. Pasaba por Plasencia en su camino para entrevistar a un personaje para un proyecto incipiente en el que colabora. Me invitaba a acompañarla y hacer las veces de fotógrafo. El sujeto no era otro que Manolo Muñoz Sánchez, más conocido como Manolo Chinato, un "hombre libre" afincado en Puerto de Béjar, provincia de Salamanca.


Chinato es conocido por su relación con el rock patrio. Fue Roberto Iniesta, el líder de Extremoduro, el que decidió tras escucharle recitar unos poemas que esas letras merecían inmortalidad. Con esa colaboración, gestada al abrigo de una noche de juerga como nos reconoció el propio Manolo, surgió uno de esos himnos generacionales que aún hoy unen gargantas desconocidas al unísono en la sagrada comunión que proporciona el hilo musical de cualquier garito. "Ama... y ensancha el alma", reza el primer versículo de esa oración de la postmodernidad. Pura obra de arte popular. Así comenzó a hacerse pública la leyenda de Manolo Chinato.


Manolo "El Chinato" - Poema: Ama, ama y ensancha...

De su relación con la música, de su filosofía de la vida, de la fama inesperada, de la vida en el campo, del amor, la rebeldía y la libertad hablamos con Manolo, en su taberna, un acogedor lugar donde se bebe bien y se come mejor. El resultado de la entrevista, aquí. Para los adentros: un libro de poemas que trascurre entre la genialidad y la pasión desatada (Amor, rebeldía, libertad y sangre, autoeditado y de venta a través de la página de Extremoduro o en el mismo Chinato's bar) y una serie de enseñanzas desde la confidencialidad de la barra del bar que me llevan a conceptos como slow life o decrecimiento.

¡Qué Mierda!

¡Qué mierda,
qué mierda más gorda!
¡Qué asco de idealismos sociales,
qué asco de conformismos sólo llenos
de falsas esperanzas!
¿Dónde están las sinceras realidades?
¿Dónde están los puros pensamientos
y las puras verdades?
Por aquí no andan...
Sólo como tormentas de verano
pasan a veces por mi pensamiento.

(Manolo Chinato)

En cualquier caso toda una experiencia eso de conocer a Manolillo, un hombre bonachón que exuda franqueza en su sonrisa y sabiduría en sus ojos. Un conversador nato que salpica con versos propios cada anécdota o reflexión que deja caer, con aire despreocupado, en la charla. Un contador de historias que, en su coherencia, comenzó por contarse a sí mismo, a pesar del agumento que pudieran tenerle reservado otros.


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