martes, 16 de febrero de 2010

Sherlock Holmes por Guy Ritchie

Me confieso fan de Sherlock Holmes. Lo soy desde que un verano en que andaba buscando lecturas entre las colecciones que mis progenitores compraron al Círculo de Lectores me topé con un ejemplar primorosamente encuadernado de una obra de un tal sir Arthur Conan Doyle que rezaba "Más aventuras de Sherlock Holmes". Tendría 11 ó 12 años. Me gustaba leer mucho y me aburrían aún más las novelas del barco de vapor catalogadas por colores según la edad. El nivel de lectura que tenía estaba por encima de los libros "recomendados para mi edad", pero cualquiera se lo explicaba a los mayores. Sherlock Holmes fue el primer personaje no edulcorado con el que tuve el honor de toparme cara a cara.

Quizá por eso ayer, sin nada que hacer y abandonado en la vorágine carnavalera, propuse a mi hermana acercarnos al cine para ver la última de Guy Ritchie. En líneas generales me gustó la descarada propuesta de secuela que Ritchie plantea. La pareja formada por Downey Jr. y Jude Law funciona y la adaptación es... eso, una adaptación, con todo los riesgos que ello implica pero que sorprendentemente respeta bastante el espíritu de las novelas de Sherlock Holmes sin traicionar los rasgos que han hecho del realizador inglés ser reconocido por filmes como Lock and Stock o Snatch. Sí, hay peleas y hay bajos fondos. Hay personajes desquiciados (el propio Sherlock) y hay diálogos hilarantes que me hacen sospechar que, aunque en los créditos no aparezca como guionista, Ritchie ha metido mano.



No nos engañemos. No se trata de la mejor película del año, pero sí de una película entretenida, bastante respetuosa con la ambientación (los escenarios de la construcción de la Torre de Londres sobre el Támesis), muy cuidada en la música y con un reparto creíble que hace posible que la comunión entre acción/suspense/humor se mantenga a lo largo del metraje. Si no fuera porque la gente que va al cine es cada vez más maleducada, habría disfrutado aún más de la película; concretamente, si la p... vieja que no paró de hablar en mi nuca y a la que le sonó el teléfono 2 veces se hubiera quedado en su p... casa - como paradigma elevado de esa falta de educación - hubiera disfrutado aún más.

La historia es sencillita. Comienza con Sherlock y Watson ayudando al esforzado agente de Scotland Yard Lestrade a coger a un criminal que practica asesinos rituales. El criminal es condenado a la horca pero vuelve de la muerte para tratar de poner en peligro a la humanidad. Las dotes deductivas de Holmes tendrán que resolver el enigma y luchar con la razón como arma contra la superstición que se cierne en torno a la figura de Lord Blackwood, el asesino de marras. Para ayudarlo en esta aventura, Sherlock contará con la ayuda de Irene Adler, el único personaje capaz de engañar a Holmes en el universo literario "real" del escocés que creó al inmortal detective. Como puntos fuertes la interpretación de Downey Jr., las réplicas de Law y McAdams (en el papel de la señorita Adler), los diálogos, las escenas de acción y el profundo respeto a la figura de Holmes que subyace a lo largo de toda la película, poniendo de relieve su lado más oscuro y gamberro que a menudo desaparece del (puritano) imaginario colectivo. Veamos dónde queda eso en la secuela.



Como lunares, la falta de ritmo que sufre la película a veces, sobretodo en la transición entre escenas de acción y diálogos. No es culpa de Ritchie, la mayoría de adaptaciones literarias adolecen precisamente de eso por culpa de las elipsis necesarias para condensar una narración natural en el corsé del tiempo que marca el cine. También el desenlace, orientado a una secuela que promete un enfrentamiento con el más conocido archienemigo de Holmes, una promesa de enfrentamiento que Conan Doyle ya propuso en su saga literaria y que le sirvió para matar a un personaje al que acabó esclavizado, pero que no supo resolver una vez las circunstancias le hicieron revivir a Sherlock. Esperemos que esta anécdota no acabe por reproducirse en la secuela cinematográfica.

RENACIMIENTOS

Reseñable el resurgir de las carreras de Guy Ritchie y Robert Downey Jr. Al primero, su relación con Madonna le hizo tomar una serie de decisiones lamentables que casi acaban con su interesante trayectoria. Afortunadamente la cosa terminó, Ritchie enderezó un poco el rumbo con Rockanrolla y ahora esto. El segundo estuvo sumido en un pozo del que ha salido finalmente para encabezar los dos o tres últimos años una serie de proyectos interesantes que están dando muestras del talento que atesora. Me alegro por él y me alegro por nosotros, los espectadores, porque hoy por hoy no me imagino ningún "Comediante" mejor para Watchmen, o ningún Tony Stark para Ironmen.

2 comentarios:

Jafuda Cresques dijo...

Txetun,

Completamente de acuerdo con tus apreciaciones sobre la película. Sherlock Holmes entretiene, que ya es mucho - por los tiempos que corren.

Saludos,
Jafuda

La Tremolina... dijo...

¡Tiene usté una hermana!