Artículo recogido del twitter de A. Daimiel que habla de una estrategia para los medios digitales. En el mismo (por si no os apetece leerlo) creen que es mejor apostar por las comunidades que por el volumen del tráfico. Justo ayer estuve escribiendo un documento explicativo sobre mis proyectos a corto, medio y largo plazo para solicitar un beca para hacer un posgrado. En él hablaba, por encima, del conflicto existente en la actualidad entre los medios de comunicación tradicionales o clásicos y los denominados "medios de comunicación social" en los que figuran fenómenos tan dispares como este blog, twitter - ¿microblog, micro red social? - o redes sociales como facebook o twitter. Decía en el documento (refiriéndome a la convivencia y acaptación de los periodistas a los nuevos medios): "No se trata solo de manejar los programas o aplicaciones. La clave está en saber adecuar los contenidos a éstos y rediseñar formatos para hacerlos más accesibles". El contexto de esta frase está en mi idea de usar la fuente para un uso más "democrático" de la información, no tan sesgado y partidista como el que se hace desde los medios tradicionales. Una idea algo utópica, lo sé, pero no por ello menos deseable.
El caso es que los medios tradicionales (sobretodo la prensa escrita) y las nuevas tecnologías abiertas por Internet llevan una batalla desde el principio. Si os acordáis las ediciones digitales de El País y algún que otro medio en sus orígenes intentaron hacer pasar a los usuarios por caja. Ese fue su modo de intentar que la red no hiciera la competencia al papel. Desde entonces todo ha sido dar palos de ciego. Se ha avanzado en la legibilidad y en la accesibilidad de las páginas, no así en la correcta rentabilidad. La idea de los medios tradicionales reconvertidos es generar mucho tráfico para atraer publicidad, visto el fracaso de la suscripción. El resultado son esos anuncios violentos que "fuerzan" al lector a verlos cuando abre tal o cual página (y que a menudo crean conflictos con algunos navegadores). Dan ganas de salir al kiosko para no ver el enésimo "pop-up" gigante anunciándote la programación de la televisión del grupo.
Otra novedad fue la incorporación de los blogs. En un principio estaba bien poder leer determinados blogs. Pero no nos engañemos, los blogs no son informativos, son fuertemente opinativos - como si ya no hubiera suficiente opinión en cada página del periódico. Además hoy en día cualquiera tiene un blog - las hay que tienen tres ya. Resulta difícil discriminar y mucho más comprender los criterios para dar a tal o cual persona un blog. Por no hablar de la falta de gracia que le encuentro al hecho de leer un blog que coincide ideológica y editorialmente con la "publicación madre".
La estrategia también ha "afeado" el estilo. Antes los periódicos se caracterizaban por ser "elegantes", "cultos", propios de "intelectuales". Se contraponían a la televisión (a grandes rasgos, entiéndaseme). Hoy en día los titulares de las ediciones digitales no se diferencian mucho de los que encontramos en los sumarios de los informativos de las cadenas más "sensacionalistas". Curioso el fenómeno de "Lo + leído", donde suelen copar las primeras posiciones las noticias más morbosas (tetas, culos, abusos a menores, asesinatos, violaciones...), que comparten podio con los tajos más truculentos a los líderes de las formaciones políticas contrarias. Les invito a que hagan la prueba.
Ahora están metiéndose en las redes sociales y también en twitter (no tengo claro el englobarlo en este concepto de "redes sociales"). Te puedes hacer fan de cualquier publicación y ya te rebotan ellos los artículos "más interesantes". Sensacionalismo puro y coerción al lector que va a leer (o no) lo que el medio considera que debe leer (o no). Como nos estamos volviendo tan vagos (o porque es difícil leer tranquilamente el periódico online en el curro con el jefe acechando) acabamos tragando. Antes la solución era "rebotarse" en portales para atraer lectores, justamente hacia esas noticias "más leídas" (y escabrosas, añado). Ahora te las llevan hasta la comodidad de tu muro en facebook, con el añadido de que los que cotilleen tu muro también pueden enterarse.
La propuesta no me parece mal, desde el punto de vista de que aboga por la calidad y el cuidado de los contenidos (algo que me hace pensar que el autor del blog coincide conmigo en la "depauperización del estilo en favor de la captación de usuarios") es interesante la estrategia de crear comunidades. Pero no veo la viabilidad - como apunta algún comentario, otro fenómeno fascinante asociado a los "nuevos medios" y con una dimensión sociológica que daría para muchas entradas. Bueno, sí la veo, pero no me parece realista: la suscripción.
En cualquier caso creo que los responsables de los Medios Tradicionales, la profesión periodística y el conjunto de usuarios deberíamos reflexionar hacia donde queremos que vaya la red. Curiosamente, en esta revolución de las comunicaciones que han dejado de ser "de masas" para convertirlas en "sociales", lo que más falta hace es la comunicación. En lugar de dialogar para ver qué necesidades y oportunidades se crean en este universo relativamente a medio descubrir, se avanza dando palos de ciego y dando, muchas veces, golpes en la mesa desde la autoridad de los que llevan anquilosados en una posición bastante cómoda hace ya algún tiempo. El resultado es un enorme desaprovechamiento de los recursos al alcance y un intento, desde diversos sectores, de tiranizar una red que comenzó siendo libre pero que cada vez va perdiendo más parcelas de poder.
El caso es que los medios tradicionales (sobretodo la prensa escrita) y las nuevas tecnologías abiertas por Internet llevan una batalla desde el principio. Si os acordáis las ediciones digitales de El País y algún que otro medio en sus orígenes intentaron hacer pasar a los usuarios por caja. Ese fue su modo de intentar que la red no hiciera la competencia al papel. Desde entonces todo ha sido dar palos de ciego. Se ha avanzado en la legibilidad y en la accesibilidad de las páginas, no así en la correcta rentabilidad. La idea de los medios tradicionales reconvertidos es generar mucho tráfico para atraer publicidad, visto el fracaso de la suscripción. El resultado son esos anuncios violentos que "fuerzan" al lector a verlos cuando abre tal o cual página (y que a menudo crean conflictos con algunos navegadores). Dan ganas de salir al kiosko para no ver el enésimo "pop-up" gigante anunciándote la programación de la televisión del grupo.
Otra novedad fue la incorporación de los blogs. En un principio estaba bien poder leer determinados blogs. Pero no nos engañemos, los blogs no son informativos, son fuertemente opinativos - como si ya no hubiera suficiente opinión en cada página del periódico. Además hoy en día cualquiera tiene un blog - las hay que tienen tres ya. Resulta difícil discriminar y mucho más comprender los criterios para dar a tal o cual persona un blog. Por no hablar de la falta de gracia que le encuentro al hecho de leer un blog que coincide ideológica y editorialmente con la "publicación madre".
La estrategia también ha "afeado" el estilo. Antes los periódicos se caracterizaban por ser "elegantes", "cultos", propios de "intelectuales". Se contraponían a la televisión (a grandes rasgos, entiéndaseme). Hoy en día los titulares de las ediciones digitales no se diferencian mucho de los que encontramos en los sumarios de los informativos de las cadenas más "sensacionalistas". Curioso el fenómeno de "Lo + leído", donde suelen copar las primeras posiciones las noticias más morbosas (tetas, culos, abusos a menores, asesinatos, violaciones...), que comparten podio con los tajos más truculentos a los líderes de las formaciones políticas contrarias. Les invito a que hagan la prueba.
Ahora están metiéndose en las redes sociales y también en twitter (no tengo claro el englobarlo en este concepto de "redes sociales"). Te puedes hacer fan de cualquier publicación y ya te rebotan ellos los artículos "más interesantes". Sensacionalismo puro y coerción al lector que va a leer (o no) lo que el medio considera que debe leer (o no). Como nos estamos volviendo tan vagos (o porque es difícil leer tranquilamente el periódico online en el curro con el jefe acechando) acabamos tragando. Antes la solución era "rebotarse" en portales para atraer lectores, justamente hacia esas noticias "más leídas" (y escabrosas, añado). Ahora te las llevan hasta la comodidad de tu muro en facebook, con el añadido de que los que cotilleen tu muro también pueden enterarse.
La propuesta no me parece mal, desde el punto de vista de que aboga por la calidad y el cuidado de los contenidos (algo que me hace pensar que el autor del blog coincide conmigo en la "depauperización del estilo en favor de la captación de usuarios") es interesante la estrategia de crear comunidades. Pero no veo la viabilidad - como apunta algún comentario, otro fenómeno fascinante asociado a los "nuevos medios" y con una dimensión sociológica que daría para muchas entradas. Bueno, sí la veo, pero no me parece realista: la suscripción.
En cualquier caso creo que los responsables de los Medios Tradicionales, la profesión periodística y el conjunto de usuarios deberíamos reflexionar hacia donde queremos que vaya la red. Curiosamente, en esta revolución de las comunicaciones que han dejado de ser "de masas" para convertirlas en "sociales", lo que más falta hace es la comunicación. En lugar de dialogar para ver qué necesidades y oportunidades se crean en este universo relativamente a medio descubrir, se avanza dando palos de ciego y dando, muchas veces, golpes en la mesa desde la autoridad de los que llevan anquilosados en una posición bastante cómoda hace ya algún tiempo. El resultado es un enorme desaprovechamiento de los recursos al alcance y un intento, desde diversos sectores, de tiranizar una red que comenzó siendo libre pero que cada vez va perdiendo más parcelas de poder.
2 comentarios:
Muy interesante tu artículo y muy intrigante tu propuesta que, si he entendido bien, vas a presentar con vías de buscar una financiación.
Desde hace mucho tiempo estoy interesado en Internet, y ahora me venden como "experto digital".
La verdad es que no tengo ni idea, pero en mi opinión Twitter es claramente una red social, puesto que al fin y al cabo ésa es su función: relacionarte con los demás, dialogar, conocer gente con tus mismos intereses...
No estoy muy puesto en twitter,porque nunca me ha interesado, pero estoy empezando a hacer mis pinitos.
Con respecto a lo que comentas de los grupos en Facebook, obviamente se lo debemos a la figura de moda de los community managers.
Seguimos hablando...
Izzy.
No. La propuesta es en vías a buscar financiación para recibir formación para llevar a cabo algún día un proyecto. De todas formas tú y yo tenemos pendiente una charla más de negocios... jejejeje.
Un abrazo
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