En el futuro, cuando se enumeren las novelas escritas por este autor nacido en Madrid y afincado en Plasencia desde hace algunos años, Atlántida posiblemente no figurará entre las más brillantes. No se dejen engañar por esta afirmación, no es necesariamente mala. La clave está en que a la hora de escribir esta novela, el autor muy probablemente haya primado una serie de criterios comerciales por encima de otros aspectos. El manuscrito quizá no haya sido tratado con tanto mimo como otras obras, pulidas y cinceladas hasta alcanzar la perfección; pero es que a estas alturas no hace falta demostrar las ya demostradas maneras con las letras de uno de los más entretenidos autores españoles de los últimos tiempos. Atlántida, si se me permite, es el primer intento real de bestseller de este autor y se nota. Las casi seiscientas páginas han sido escritas para cautivar, entretener y encerrar al lector en un laberinto de acción y misterio que oscilan entre el mito y la ciencia. El ritmo del teclado al parir el manuscrito posiblemente haya latido con un ritmo frenético más cercano al que devora novelas con ansia en los asientos del metro que al que degusta párrafos de una novela al vaivén de una mecedora cercana a la chimenea. A falta de datos que corroboren una entusiasta respuesta del público (que es al fin y al cabo lo que otorga a un libro la etiqueta de bestseller), hay que reconocer que tiene todas las trazas para convertirse en uno.
Si Javier Negrete hubiese nacido en Oakland - por ejemplo - y firmara esta Atlántida bajo el nombre de Xavier Blackenette - por ejemplo - tendría la mitad del trabajo hecho. Por alguna extraña razón, el escritor español - en general - y la ciencia ficción - en particular - no existen como relación de éxito para el lector de a pie. Craso error. Tras unos comienzos exitosos en este género desde el punto de vista literario aunque no tanto en lo comercial (varios premios UPC e Ignotus lo atestiguan), y un puñado de aciertos en novela fantástica e histórica (ver crítica de Salamina), Negrete vuelve a la ciencia ficción, empeñado en demostrar que no hay que llamarse Stephen King o Michael Crichton para llevarse el gato al agua en este género. En circunstancias normales, tacharía la empresa de "batalla perdida"; con un argumento como esta novela bajo el brazo, sólo cabe calificarlo de "difícil cometido".
Transcribo el primer párrafo de la sinopsis que aparece en la contraportada:
"Gabriel Espada, un cínico buscavidas sin oficio ni beneficio, quizá el más improbable de los héroes, tiene ante sí una misión: descubrir el secreto de la Atlántida"
A partir de ahí comienza una carrera trepidante para salvar a la humanidad de un más que probable armagedón. Una contrarreloj donde científicos, investigadores de lo oculto, tipos con aspecto mesiánico y dioses olvidados tendrán su papel crucial para conjurar un peligro donde la Atlántida cuenta como clave central del misterio. Una narración vívida e inteligente que aúna futuro y pasado en un notable ejercicio de diversión literaria. Y es que Atlántida cumple con creces con las expectativas que promete, que dado los tiempos que corren ya es bastante. Sirva de referencia la rápida lectura fagocitaria a la que he sometido a este título. En comparación con el tiempo que la anterior ocupó la mesilla de noche (casi 3 meses), Atlántida ha descansado escasas dos semanas despertando un apetito voraz que será muy difícil de saciar... ¿Alguien da más? Como consuelo, la certeza de que la espera por la tercera parte de La Espada de Fuego es cada vez más corta.
1 comentario:
El libro es una auténtica película que no quieres dejar de ver. Como te cuesta salir de una sala de cine cuando estás enganchado a una película, te cuesta la misma vida dejar la lectura hasta la siguiente ocasión.
No es el libro que más me ha gustado pero me ha gustado mucho. Sin duda es un bestseller que, en tiempos de movimientos sísmicos, tsunamis y erupciones nórdicas, con un poco de suerte y acierto marketiniano de la editorial, debería ser un pelotazo.
Suerte Javi!
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