viernes, 11 de diciembre de 2009

Sí, me gustan, ¿y qué?

Aviso al lector: esta entrada puede herir la sensibilidad de determinados gustos musicales. Si vas de tolerante pero no admites que se metan con la música que escuchas, no leas este blog. En caso de duda, consulta a tu pariente/a, amigos/as sobre cuán capaz eres de aceptar críticas destructivas.

Leía en un blog hace unos días una curiosa reflexión de uno de esos (sospecho) viejos rockeros de veintimuchos / treintaypocos. Hablaba de cómo hoy en día presentadores de cierto canal musical made-in-spain en uno de esos programas de "tendencias" hacían chanzas continuas (izzy, si estás leyendo esto tápate los ojos) sobre los... Guns N' Roses. Decía el punk-rocker de pro que experimentaba un sentimiento de bullente ira al oír a los susodicho monigotes-abanderados de la música más actual haciendo este tipo de comentarios en una época en que, desgraciada o afortunadamente, la estética/estilo-musical que la estela de los Guns N' Roses dejó provoca, cuanto menos, risas. Dicho blogger (podéis leer aquí el post en su totalidad), quizá crecido por la banda sonora de su juventud, lanzaba posteriormente una serie de sentencias con las que se podrá comulgar o no, calificando a GN'R como, por ejemplo, "la última gran banda de rock aparecida sobre la tierra". Asunto espinoso y amenazante éste, como las pistolas y las rosas de los "gunners" como él los llama en el blog (esa acepción, por cierto, no la conocía; pensé que gunners hacía alusión a los jugadores y seguidores del Arsenal).



Y digo que parte de razón no le falta porque cuando individuos autoproclamados abanderados de "X" tendencias están entrevistando a la última banda clon que hace música popera/indie que suena a la fotocopia de la fotocopia de la fotocopia del sonido resultante de amalgamar grupos que van desde los Beatles a Radiohead pasando por la Velvet Underground o Pulp por citar algunos es, cuanto menos, irónico. Te podrán gustar los Guns N' Roses o no. Podrás hacer bromitas con tus gafitas de pasta y tus corbatas fashion en entrevistas a niños con flequillos alisados sobre lo anticuado del look de los herederos de Axl, Slash, Stradlin' (el real, no su alter ego habitual de este blog), McKagan, Adler o cualquiera de los miembros de posteriores formaciones de los guns. Podrás, en definitiva, hacerte el "cool" renegando de anteriores épocas quizá menos ominosas que la actual en la música- que todo está por ver - pero, querido amigo, eso no quita que en su día Guns N' Roses llenaran estadio tras estadio, cosa que seguro los entrevistados de turno no harán ni siquiera tocando en hora punta de cualquier macrofestival.

Hecha la introducción, confieso: a mí me gustan los Guns N' Roses. Me gustan tanto que los detesto profundamente. Los detesto por no haber sabido gestionar la fama, por haberse excedido barroquizando sus temas hasta el punto de destrozarlos, por haberse preocupado más de posar que de hacer rock n' roll y, sobretodo, porque los niñatos gafapastas de hoy los valoren por la forma en que vestían en lugar de por la forma en que sonaban en directo. A esos ignorantes jovenzuelos no los culpo. A los Guns hace tiempo que les quité el sello de mito por inmerecedores. Aún así me gustan los Guns porque, pese a quién pese, esos tíos pasaron por la historia de la música haciendo ruido y eso es lo importante cuando uno pretende ser una banda de hard rock. Sobretodo me gusta la dualidad Rose / Slash, una relación bipolar con mucho paralelismo entre la de Keith / Jagger en los Stones. Un "súmmum" de dos caras del que siempre elijo la cruz.



No obstante Slash relumbró en los Guns y Slash está siempre en todas las listas que tanto gustan a algunos de los mejores 50 guitarristas de todos los tiempos. Eso algo tendrá que contar. Lo mismo que algo tendrá que contar que al menos dos temas de Guns N' Roses estén en el imaginario colectivo mundial hasta el punto de sonar en una emisora, en un local, en los acordes de alguna guitarra principiante, en el un mp3 o en algún Guitar Hero en alguna parte del planeta cada hora. Hablo de Sweet Child O' Mine, todo un himno generacional, y Welcome to the Jungle. Pero es que además estos tíos tienen un tema en una película de un tal James Cameron llamada Terminator 2. Eso también debería valer algo, digo yo. Slash ha colaborado con artistas de la talla de Michael Jackson, Brian May, Bob Dylan, Iggy Pop, Marta Sánchez, Ray Charles, Paulina Rubio, Puff Duddy o Spinal Tap entre otros. ¿Cuántos músicos pueden presentar esas credenciales? Démosle algo de crédito al chico entonces.



Y es que al margen de las escenitas de Axl Rose, de la literatura sobrevaluante y también desprestigiante que circula a día de hoy sobre GN'R y, sobretodo, al margen de que, honestamente, siga partiéndome el brazo tratando de convencer a mi buen amigo Izzy-Stradlin'-de-pega sobre la naturaleza real de ídolos de barro de esta banda incapaz de hacer un álbum entero en condiciones pese al enorme talento que atesoraban, solo por la presencia de Slash en el grupo, ese personaje que ha trascendido a la carne para convertirse en un personaje virtual del Guitar Hero 3: Heroes of Rock, Guns N' Roses merecen algo de respeto. Dicho lo cual solo queda despedirme. Feliz fin de semana y a ultimar las compras que en nada llegan las navidades a jodernos la economía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo ser objetivo en este tema. Cuando era pequeño no me gustaba la música porque lo que daban en los 40 (lo que todo el mundo oía) me parecía aburrido, así que me decía a mi mismo que "esto de la música no era para mi".

Todo eso cambió cuando mi hermano trajo a casa los directos del 92 de los Guns en Tokyo. Dios mío, me pasaba viendo esas VHS horas y horas. El siguiente paso fue copiarme los discos. Como mi hermano tenía vinilo y no sabía que se podía copiar de vinilo a casette, preparé mi grabadora y las puse al lado de los altavoces de la cadena. Cuando me vio mi hermano se empezó a descojonar.

En fin, no quiero aburrir con historias, pero este grupo está marcado a mi vida, de la misma manera que AXL, Saul Hudson "Slash", Izzy, Duff o Steven Adler son como de mi familia a estas alturas.

Estoy de acuerdo en que los Guns fueron el último gran grupo de rock-con todas sus connotaciones-. Reunían mezcla de estilos-punk, blues, rock, blues, paranoias megalómanas del tito AXL...-, actitud -aspecto importante, porque hoy en día se ha perdido el concepto de grupo peligroso como lo eran los Guns-, letras rebeldes, introspectivas y autobiográficas que reflejaban a la perfección las inquietudes juveniles, gran imagen, cierta dosis de virtuosismo, etc.

Es difícil que hoy, época en la que no se vende un disco y todo está más diversificado, salga un grupo de ROCK como este que pueda gustar a todo el mundo. Quizás porque la promoción de la época sería impensable...

Lo que les pasó a los Guns es lo que les viene pasando a todos los grandes grupos (españoles incluidos, como a Buenas Noches Rose). Tras leer la biografía de Slash queda claro que intelectuales, lo que se dice intelectuales no eran los Guns, ni lo son ahora mismo. Por el contrario, eran jóvenes que no se marcaban ningún tipo de límite, que pasaban de grabar (se gastaban el dinero que les daba la discográfica en drogas) y cuya vida empezaba y terminaba en el último chute que se habían metido. Si es que, aun cuando estaban podridos de pasta, debido a su estilo de vida hippiesco, Slash no se había comprado ni una casa y vivía de prestado en las de sus amigos, un día aquí y otro allá.

No me quiero extender, pero no estoy para nada de acuerdo en que no tienen discos redondos. Para mi lo son todos, pero si nos ponemos estricto, hay uno muy claro: el appetite (el que es, en opinión de un servidor, el mejor disco de la historia de la música).

Por último, reivindicar a Izzy Stradlin', autor de los temas más conocidos de los Guns y verdadera alma musical del grupo, por encima de Slash. A parte de que su trabajo rítmico en el Appetite es digno de estudio en cualquier escuela de música (esa intro del Welcome to the jungle es brutal).También le destaco como el que más cabeza tenía del grupo, ya que cuando todo se desmadró, cogió sus cosas y se piró a su pueblo, abandonando las drogas y sacando discos por el mero placer de tocar.

Slash es un guitarista genial, aunque con el paso del tiempo se le han visto sus limitaciones (las cuales a mi no me importan) y el plumero: intentar subirse al carro de modas con los Velvet Revolver y convertirse en un maniquí con chistera y un cigarro en la boca.

Termino con una reflexión: ¿dónde están los grupos que admirábamos y veíamos a sus músicos como si no pudieran ser reales? ¿Dónde está la mala leche, el riesgo y el peligro del rock?¿Dónde están los nuevos Nirvana (que hacían el chorra en programas de la tele pasando de tocar en playback), los nuevos Guns, los nuevos AC/DC, los nuevos Pearl Jam (cuyo cantante E.Vedder estaba como una cabra y se tiró al público desde una torre de tropecientos metros), los nuevos Black Sabbath?


No veo grupos con esa mala leche y los viejos, en mi humilde opinión, están aburguesados.

Me ha encantado la entrada de este viernes, Txetun.

Izzy -el falso, claro, el de Moral.

Txetun: dijo...

Cómo sabía yo que te iba a gustar... No voy a puntualizar nada de lo que has dicho, porque está bien dicho y porque a estas alturas, tanto lo hemos hablado, que es tontería. :-)

Un abrazo, Izzy-de-pega... jejeje.