jueves, 10 de septiembre de 2009

Una de cine: Mapa de los sonidos de Tokyo

Hacer una película, que es una obra donde el carácter visual tiene una importancia capital, primando los valores auditivos es siempre una apuesta arriesgada que muy pocos cineastas pueden ganar. La Coixet, y permítanseme las familiaridades pese a sólo haber visto esta película, lo consigue con un resultado más o menos esperado: Mapa de los sonidos de Tokyo no deja indiferente, o entusiasma o lleva al aborrecimiento del que exclama "pero qué p... mierda de peli es esta" cuando acaba su visionado. En caliente, me sitúo entre los primeros, aunque prefiero hacer un análisis pormenorizado de los pros y los cons de este filme.



No aburriré aquí pormenorizando la sinopsis, que es una información a la que podéis acceder con bastante facilidad si disponéis de Internete (y lo hacéis, dado que estáis leyendo esto). Y entraré a trapo:

Pros

Como amante encubierto de la cultura nipona, una peli rodada en Japón siempre supone un atractivo. Además la historia íntima y la presentación de los personajes que hace Coixet están bastante bien conseguidos. Mucho mejor resultado consigue a la hora de derribar estereotipos: los japoneses de esta película, pese a conservar sus resquicios de tradición, se muestran mucho menos herméticos y más occidentales que la imagen que tenemos acá; todo ello mostrado siempre a través de los contrastes y dando pinceladas de las rarezas que para nosotros la idiosincrasia japonesa puede suponer. Del mismo modo la crudeza y desnudez con la que presenta temas como la soledad, el amor, el dolor... resultan conmovedoras. La elección cuidada de los planos, de la música, el tratamiento exquisito del sonido ambiente (increíble la riqueza sonora que se aprecia en toda la cinta, haciendo honor al título) y la interpretación de los actores orientales son solo algunos de los destellos que he encontrado. También los diálogos, cargados de la cruda poesía que se extrae de la vida cotidiana.

Contras

El doblaje, el doblaje, el doblaje... Sé que siempre estoy con lo mismo, pero es que si Viggo Mortensen casi es crucificado por su interpretación en el Capitán Alatriste, Sergi López por ese autodoblaje debería practicarse el Hara-Kiri para ir muriendo lentamente y así poder sentir como se le descuartiza poquito a poco con un cuchillo Ginzu. Pero no solo eso. Hay películas que, simplemente, debería estar prohibido doblar. El argumento, que como apuntó la persona con la que fuí a verla, no es nada original y cae en muchos lugares comunes. El ritmo de la película, muy lento, que no es que esté mal pero que puede equilibrar la balanza hacia el fiasco absoluto si estás en uno de esos días en que no pasas ni una.



Nos encontramos en una película deliciosa, con un planteamiento desde el punto de vista técnico impecable, con un tratamiento del sonido fuera de lo común y una historia y unos personajes atractivos en líneas generales... pero como siempre que hablamos de "cine independiente", una película no recomendada para todos los públicos (y no solo por razones de edad, también de consumo cinematográfico habitual).

Si al final os decidís a ir a verla - y yo sólo la recomendaría a un puñado muy selecto de los que soléis leer este blog, así que avisados estáis - no hagáis como los gañanes de la sesión a la que fuimos y disfrutad de la primera parte de los títulos de créditos, solo para comprobar que no hace falta terminar una película con música...

Ah, también os doy unas nociones básicas para que no os perdáis cuando hablen de ramen o de mochi (gracias Naruto-kun por haberme enseñado todo lo que sé sobre Japón...).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No he empezado a escribir y sé que voy a desarrollar una opinión llena de topicazos. Escribo esto para que conste que lo sé, pero eso no resta validez a mi argumento. Ahí voy:

Yo no puedo con esta mujer ni soporto ese rollo de cine de minorías, como si sólo una selecta élite pudiera disfrutar de unos diálogos deliciosos que traspasan los límites de la sensibilidad humana. ¡Venga, coño!

No me gusta la actitud prepotente de este tipo de "artistas", ni el rollo pseudo intelectual que llevan.

Reconozco que no es que haya visto muchas pelis de Coixet, pero lo que he visto no me ha gustado nada. Esto se ha consolidado con muchas opiniones de gente que considero más o menos entendida en cine y que me han comentado los plagios que realiza esta super directora de gente como Lars Von Trier (puta mierda su Anticristo, de vergüenza ajena).

En fin, que me parece cine de chicas y no pretendo ser machista con esta catalogación,cine hiper pretencioso y que intenta ser tan profundo, tan profundo, que es SUPERFICIAL.

No quiero molestar a nadie, pero que se metan a Coixet y a sus Anthony and th Johnsons por el culo!

Izzy.

Txetun: dijo...

Por ejemplo...

Está claro que esta entrada no es para ti. Plagiar, plagian todos, desde Tarantino a Spielberg pasando por Scorsese (lo digo porque yo también conozco a "entendidos de esos de cine" de los que hablas y suelen ir todos del mismo palo).

Yo creo que, como bien dices, tu opinión está llena de topicazos, que no está mal. Desde luego lo primero que deberías hacer es ver la película y luego opinar (no como esos "entendidos" que luego son incapaces de reconocer que determinados directores que ellos consideran "de culto" hacen mierda porque antes de ir a ver la peli ya han leído en no se qué foro o revista especializada que es la ostia - se me viene a la cabeza más de una discusión con estos entendidos sobre M. Night Shyamalan por ejemplo...).

Yo no he visto otra peli de la Coixet y tengo mis prejuicios contra determinadas actitudes suyas. Ahora bien, esta peli me gustó y en esta entrada explico por qué; lo mismo que te digo que las únicas películas de Lars "Von" Triers que recomendaría a la gente son: Rompiendo las Olas, Bailar en la Oscuridad y Los Idiotas... Dogville - que le gustó a más de un "entendido" en cine - me pareció una mierda muy gorda.

Resumiendo, que opiniones, como culos, tenemos todos; pero hay culos y hay culos, mon frere.

asane dijo...

Creo que hay que distinguir entre la personalidad de la directora y las películas que hace. A mí me repatea esta mujer, con su actitud de 'soy megaguay, superalternativa, topemolona y cool', pero su cine se sale. 'Mi vida sin mí' y 'La vida secreta de las palabras' son dos pepinos de películas de visionado imprescindible.

Y de Von Trieeeerrr sólo digo que si Dogville la hago yo, no me dan ni la subvención del Ministerio. Y eso que se la dan a todas las pelis españolas. Una tomadura de pelo.